Burbujas especulativas que hicieron historia
Desde Heráclito a Nietzsche, muchos filosóficos han sentido pasión por el «eterno retorno» o cómo los mismos actos se producen una y otra vez en un mundo que se destruye continuamente para volver a nacer de nuevo. Este concepto puede ser aplicable a la economía observando cómo las burbujas especulativas habidas a lo largo de los siglos han repetido una y otra vez su mismo patrón.
Han existido numerosas burbujas especulativas en la historia que a su vez han cambiado el rumbo de un país e incluso del sistema económico mundial. Todas han dejado tras de sí, fortunas arruinadas y familias embargadas. Y aunque cada de cada una se han sacado lecciones positivas, lo cierto es que el hombre no aprende a discernir que lo que hacen todos en masa, no es siempre lo correcto. A continuación, vamos a repasar algunas de las burbujas económicas que hicieron historia.
1. Los tulipanes de Holanda, siglo XVII
Un virus que transformaba ligeramente el tulipán, haciendo más atractiva esta flor, fue la causa de una afición desmedida por esa flor, con poco éxito hasta el siglo XVII. En aquella época la economía de Holanda pasaba por un periodo expansivo, que originó importantes excedentes de capital. No se sabe bien, si por azar o por moda, gran parte de esos fondos se dedicaron a la inversión de moda: Bulbos de tulipán. En pocos años los precios de la flor alcanzaron precios inauditos, el valor del tulipán no debaja de escalar y lo que es más grave: la gente – ricos y pobres – se endeudaba para comprar bulbos esperando una rápida revalorización.
Pero en 1637 el mercado se detuvo. De golpe y sin motivo. El mercado se dio la vuelta y como suele ocurrir ante situaciones especulativas, el miedo hizo mella en muchos de los inversionistas y quienes habían adquirido un inventario a precio de oro se vieron en dificultades para comercializar su producto, mientras que quienes habían comprado a través de contrato aplazado y todavía no disponían del material, estaban obligados a efectuar sus pagos sin que correspondieran ya al valor del producto en el mercado. Como resultado, y a pesar de la mediación del estado, que fijó que los contratos a futuros fueran abonados en el 10% de su valor (una medida que no fue del gusto ni de compradores ni de vendedores), Holanda sufrió una gran depresión que duró años. Con la gran venta de 99 tulipanes por 90.000 florines en 1637, Holanda se despidió de sus tulipanes de oro.
2. John Law y la burbuja de Mississipi
Treinta años tras el fin de la burbuja de los tulipanes, en 1671, nació John Law en una familia acomodada en Edimburgo en 1671. Hombre brillante y con gran habilidad para las matemáticasm heredó fortuna, y trasladado a Londres, llevaba una vida fácil entregada a los juegos de azar, hasta que fue condenado por un asesinato en una reyerta y hubo de huir a Europa. Pasó primero por Amsterdam donde quedó fascinado por su bolsa de valores.
Con las finanzas aprendidas en Amsterdam Law pasa a Francia donde podrá poner en marcha un sistema de valores mobiliarios similar al holandés. El Tesoro francés se encontraba en quiebra y Law se presenta ante el rey como la solución a la recesión francesa. Law propone la venta de acciones de la incipiente Compañía de Occidente, monopolio titular del comercio con Luisiana, territorio francés con un gran futuro y poco presente: El Comercio con la Luisiana reportará a los titulares de las acciones de la compañía grandes riquezas y rendimientos en pocos años.
El capital de la compañía se fijaba en 100 millones de libras, con 500 libras como valor de cada acción. La Compañía de Luisiana prontó absorbió la Compañía de las Indias, que comprendía ya China y las Indias Orientales. En junio 1719, la compañía lanzó varias emisiones más de acciones, cada una por más valor que la anterior. La Compañía llegó incluso a imprimir papel moneda de curso legal en Francia contra unas riquezas futuras y sólo posibles. Evidentemente, todo ello resultó ser falso: ni un gran éxito comercial, ni un lugar idílico. Al descubrirse, la burbuja explotó dejando de nuevo víctimas y vencedores, pero en este caso no había tulipanes, ni absolutamente nada con lo que se había comercializado: sólo títulos valores.
3. Sector inmobiliario en Florida, 1920
La burbuja inmobiliaria de Florida recuerda a la reciente crisis del sector inmobiliario en España aunque en gran escala. En los años 20 Florida se convierte en el trozo de tierra más codiciado de América, convirtiéndose en el paraíso tropical de Estados Unidos: Todos los americanos tendrían en breve una vivienda en dicho estado y había que darse prisa. El terreno disponible se acababa. El calentamiento fue tal, que se llegaron a vender terrenos pantanosos a 30 Km de la costa como primera linea de playa por dinerales para la época. En 1925, la compraventa se paraliza en Florida y ya no es tan sencillo revender solares. Los problemas de transporte de la ciudad encarecieron el nivel de vida en esta zona, a la vez que paralizaron la afluencia de turistas. Todo ello quedó finalmente destruido con el huracán que tuvo lugar en 1926 terminó con los proyectos urbanísticos en marcha, totalmente enterrados después del huracán de 1928 y otra fuerza poderosa: el crack del 29. La burbuja de Florida de los años 20 fue el prólogo americano de la depresión de los años 30.
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