¿El dato es un commodity?
Es cada vez más habitual que, cuando hablas con alguien acerca de bases de datos, surja el comentario de “pero es que el dato es un commodity”, amparado en el razonamiento de que “un número de teléfono sólo es un número de teléfono, y da igual la compañía que lo proporcione, así que lo mejor es irse siempre a la oferta más barata”.
Vale. Un número de teléfono es un dato en bruto, e independientemente de quién te lo suministre, servirá para contactar con alguna persona o empresa. Hasta aquí vale. Sin embargo, este razonamiento parte del principio equivocado de que todas las bases de datos son iguales. No se podría estar más equivocado.
Y es que la calidad, es decir, la exactitud y vigencia de un dato, están estrechamente ligadas a la BBDD de la que procede. Un número de teléfono sólo es eso, sí. Pero éste deberá estar asociado a más datos. ¿Y si resulta que el número en realidad pertenece a otra empresa? ¿Y si la dirección que se muestra junto al número es incorrecta? ¿Y si el director de compras que figura en la ficha fue despedido el año pasado? ¿Y si la empresa tiene problemas de liquidez y nosotros no lo sabemos? ¿Y si…?
A la hora de evaluar a un suministrador de información B2B, es crucial tener en cuenta algo más que el precio:
– Cobertura: Una BBDD con una buena cobertura, además de tener la capacidad de proporcionarnos un mayor número de prospectos o darnos información de riesgo de más empresas, tendrá la capacidad de efectuar comparaciones entre magnitudes clave de una mayor cantidad de empresas, dando lugar a análisis más fiables (indicadores predictivos, replicación de clientes, comparativas en función del sector o tamaño de empresa…).
– Fuentes de información: Cuantas más fuentes de información fiables y relevantes se traten, más completa será la información que tendremos. Contar con balances y registros de impagados está bien, pero si además podemos conocer las incidencias judiciales, experiencias reales de pago o las publicaciones en prensa que se realizan sobre una empresa, tendremos una visión mucho más completa.
– Coherencia: Cuando una Base de Datos aglutina información procedente de distintas fuentes, es inevitable encontrarse con datos que se contradicen. Es por ello que mantener la coherencia entre los datos procedentes de varias fuentes resulta fundamental. Esta tarea suele ser bastante compleja debido al gran volumen de datos que se manejan en cualquier base de esta naturaleza, por lo que es muy recomendable definir los procesos necesarios para que la información sea siempre coherente.
– Indicadores predictivos: Lo mencioné antes, pero insisto un poco más. Los indicadores predictivos serán más fiables cuanto mayor sea la base sobre la que se aplican, al contar con un mayor número de elementos con los que compararse.
– Mantenimiento: ¿Con qué frecuencia se actualiza la Base de Datos? ¿Cuenta con información clave de todas las empresas posibles o sólo de algunas? Para mantener una Base de Datos es necesario contar con un equipo especializado y realizar actualizaciones y verificaciones de forma permanente, así como llevar a cabo inversiones muy significativas en equipo y recursos.
– Normalización: En el caso de empresas extranjeras, la presentación de la información financiera en un formato normalizado facilitará enormemente tanto la interpretación como la integración de la información. Además, resulta muy valioso contar con indicadores que nos digan de un solo vistazo cuál es la situación de la empresa, evitándonos el engorro de aprendernos los detalles de sistemas contables extranjeros.
Ahora volvamos a ese número de teléfono del principio. Imaginemos que llamamos y no contesta nadie; o que sí que contestan, nos compran un montón de mercancía, pero al final no pagan. ¿Nos seguirá pareciendo que el dato es un commodity?
Autor: Sebastián Sánchez
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