¿Más o mejores Autónomos y Emprendedores? Líneas de Actuación
Ante la grave situación de crisis económica y los alarmantes datos de desempleo, los autónomos y emprendedores están consiguiendo una atención nunca vista por parte de los dos grandes partidos, que consideran prioritario apoyar a estos colectivos para impulsar el cambio de modelo económico, que tanto necesita el país.
Entre otras medidas, Mariano Rajoy ha prometido a los autónomos 3.000 euros para la contratación de su primer trabajador y Alfredo Pérez Rubalcaba la creación de una agencia, para unificar toda la financiación destinada a emprendedores.
Es de celebrar este relativo consenso en la necesidad de apoyar a emprendedores y autónomos. Ahora bien, es necesario resaltar que el problema de España tiene más que ver con la “calidad“ de los emprendedores que con su cantidad, por lo que las medidas a adoptar deben encaminarse a paliar esa situación.
Podríamos decir que en España hay suficientes emprendedores (a pesar de la caída de la tasa de actividad emprendedora en los últimos años, algo lógico en un contexto de crisis) ya que tras tres años de crisis sigue habiendo aproximadamente 3.100.000 personas dadas de alta como autónomos, lo que supone el 17,9% de la población ocupada, una de las tasas más altas de Europa. En http://bit.ly/mTBtAS puede consultarse una radiografía de los autónomos en España y la incidencia que ha tenido sobre ellos la crisis.
Ahora bien, un cambio de modelo productivo son “palabras mayores” como para pretender hacerlo recaer en los autónomos y emprendedores. Por otra parte, parecen los únicos capaces de revertir la situación del desempleo, si tenemos en cuenta que muchas grandes empresas se han adaptado relativamente bien al entorno global, pero precisamente no están generando, ni van a generar, empleo ni riqueza, dentro del país sino fuera.
En esa situación, el reto actual es conseguir pymes y autónomos capaces de competir en el mercado global, reforzando la capacidad individual de cada emprendedor y mejorando el apoyo que le brinda el entorno, aspectos cruciales para mejorar su competitividad.
Y para ello será necesario incidir en aspectos de los que se viene hablando desde hace muchos años, sin que se observen progresos significativos:
– Educación: reforzar la formación emprendedora como asignatura transversal, en todos los ámbitos educativos. Debe ir acompañada de un salto cualitativo en el dominio del inglés, de las nuevas tecnologías e internet y del desarrollo de una mentalidad global.
– Financiación: crear un nuevo ecosistema financiero que apueste por los emprendedores, combinando una mejora en el acceso al crédito bancario con la organización de redes privadas de inversores privados y business angels, en las que cada ciudadano pueda invertir una pequeña parte de sus ahorros. Y por supuesto, que se cumpla la normativa relativa a la morosidad y se revise la del IVA, para que la Administración no se financie a costa de los autónomos.
– Administración: simplificación y abaratamiento del proceso de alta en autónomos y de la creación de empresas, eliminando buena parte de la burocracia actual.
– Costes de Seguridad Social: introducción de la progresividad en las cotizaciones del autónomo, vinculándolas en gran medida a sus ingresos reales. Además, abaratamiento de los costes de contratación de trabajadores durante los primeros años de actividad.
– Programas de apoyo: incrementar la eficiencia de los recursos dedicados al apoyo a emprendedores, dando mayor cabida a las iniciativas privadas en este campo, como por ejemplo www.infoautonomos.com.
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