La Economía alemana entre las incertidumbres globales
Se esperaba que el crecimiento económico alemán se recuperara rápidamente en la segunda mitad de 2014. Sin embargo, varios indicadores de futuro se han deteriorado considerablemente en las últimas semanas, dando a entender que la desaceleración del segundo trimestre fue más que una inmersión temporal. De hecho, la producción industrial se redujo un 4% de julio a agosto, la mayor caída desde la crisis financiera. Aunque las cifras mensuales suelen ser muy volátiles y parte del declive se debe a la estacionalidad, se puede confirmar la afección del sector manufacturero alemán está por la nueva crisis en la Zona Euro, así como la situación en Rusia.
Si ya las exportaciones alemanas cayeron un 5,8% de julio a agosto, los indicadores de futuro –a 12 meses- apuntan a un mayor deterioro en el desempeño del sector manufacturero, lo que apunta una situación preocupante. El Índice de Directores de Compra se redujo por debajo de la barrera de los 50 puntos, línea que divide en septiembre la expansión de la actividad sectorial de la contracción. Con 49,9 puntos -frente a los 51,4 puntos en agosto-, el índice ha alcanzado un mínimo en el histórico de 15 meses.
De especial preocupación es la nueva entrada de pedidos, que ha caído por primera vez desde junio de 2013. Aunque la producción en el sector sigue creciendo, aún tardará uno o dos meses más hasta que el efecto de las sanciones impuestas por la UE contra Rusia y los efectos que se derivan del crecimiento chino –que está siendo más lento de lo esperado- se hagan notables en la industria exportadora alemana.
Por el lado positivo, el sector servicios del país está mejorando y los indicadores de futuro todavía son robustos. El Índice de Actividad de Servicios Comerciales creció en septiembre y se situó en 55,6 puntos, por encima de la barrera de los 50 puntos. Sin embargo, gran parte de esta buena lectura se atribuye a la alta demanda actual, mientras que el sub-índice de la perspectiva cayó al nivel más bajo en más de un año.
Pero, aún queda por ver cómo el sector (sobre todo el que aporta menor valor añadido) se adaptará a la introducción, a partir del 1 de enero, de un salario mínimo de 8,5€/hora. Especialmente las empresas de Alemania Oriental tendrán dificultades para pagar este salario, que es hasta un 50% más alto que el actual, ya negociado entre los sindicatos y la patronal.
Por otra parte, es poco probable que el Gobierno abandone su ambicioso, pero miope, objetivo de lograr un presupuesto fiscal equilibrado para 2015 (el primero desde la década de 1960) y las exportaciones probablemente continuarán rindiendo menos por lo que el crecimiento de 2014-15 será menor de lo previsto inicialmente. Hay un 50% de posibilidades de que la economía caiga en recesión (definida como dos trimestres consecutivos de contracción del PIB real) en el tercer trimestre, con un crecimiento de alrededor del 1,2% previsto para este año, seguido de un 1,5% en 2015.
De forma positiva se puede afirmar que hasta ahora la desaceleración de los últimos meses no ha afectado al desempeño de los pagos y el riesgo de insolvencia. Las cifras de la Oficina Nacional de Estadística muestran que el número de quiebras de empresas se ha reducido un 9,2% en comparación con el año anterior, hasta el primer semestre de 2014; en julio se produjo una caída del 14,2% en tasa interanual. Además, el Índice de Pagos Bisnode, el socio local de D&B muestra que, a pesar de haber empeorado durante ocho meses consecutivos, más del 85% de las facturas en Alemania se pagan a tiempo.
Aunque se espera un deterioro de ambos indicadores en los próximos trimestres, Alemania, en general, seguirá siendo un país de bajo riesgo para hacer negocios. Dicho esto, sería preferible a corto plazo que el crecimiento fuera impulsado por el aumento de la inversión (tanto pública como privada) y el de los salarios reales. Porque la corriente más tradicional alemana, que depende de las exportaciones, ya no es ni saludable ni sostenible.
Markus Kuger, Economista Senior en el equipo Macro Market Insight. Escribe sobre su país de origen Alemania, así como el Reino Unido, Francia, los Países Bajos y Polonia.
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