El comercio con Cuba: mucho más que cigarros
Las empresas estadounidenses en sectores como agricultura, telecomunicaciones, turismo y construcción están acogiendo de buen grado la normalización de las relaciones comerciales y diplomáticas con Cuba. Porque muchas consideran el amplio potencial económico aún sin explotar de la isla caribeña.
De hecho, el lobby agrícola estadounidense ha incrementado la presión para agilizar la eliminación de las barreras comerciales desde el anuncio del presidente Barack Obama -diciembre de 2014- de finalizar el embargo que se impuso, por primera vez, en 1960. En este medio siglo, Cuba cuantifica en un billón de dólares las dificultades económicas y pérdidas causadas por este embargo.
Hasta el momento ya se han dado varios pasos importantes en la apertura comercial y de viajes de Cuba con EE.UU. Sin embargo, acontecimientos recientes indican varios obstáculos importantes -que aún no se han superado-, antes de que las empresas estadounidenses puedan establecer una presencia comercial completa en Cuba.
La evolución positiva hacia la normalización incluye la relajación de las restricciones de viajes a Cuba, que se espera que disminuyan aún más en los próximos meses. Poco después del anuncio del presidente Obama, un grupo bipartidista de senadores de Estados Unidos presentó un proyecto de ley para eliminar todas las restricciones para los estadounidenses que desearan viajar a Cuba. Los senadores de los Estados más dependientes de la agricultura son sobre todo los que más fomentan la eliminación de estas restricciones.
Las restricciones al comercio con Cuba también han disminuido. Además de permitir a los estadounidenses comerciar con 450.000 empresarios autónomos con licencia, el gobierno también ha anunciado que los estadounidenses ahora podrán importar cigarros cubanos por valor de hasta 100 dólares anuales. Por el lado de las exportaciones, las empresas estadounidenses pueden exportar más materiales de construcción, telecomunicaciones y productos de TI. Por otra parte, las empresas exportadoras de suministros médicos y productos agrícolas ya no necesitarán licencias especiales. Actualmente, las principales importaciones de Cuba son refinado de petróleo, trigo, aceite, pollo y leche. EE.UU. representa casi el 8% del total de importaciones de la isla, siendo Venezuela y China las principales fuentes de importación de Cuba.
Algunos problemas que se interponen en la restauración completa de las relaciones incluyen:
La compensación por los activos asignados
Se estima que 6000 activos de propiedad estadounidense fueron expropiados o nacionalizados por el régimen de Fidel Castro a causa de la revolución de 1959. Según algunas estimaciones su valor alcanza los 7 mil millones de dólares. La solución a este reto enfrenta a ambos países y será uno de los más difíciles de salvar.
Las políticas de derechos humanos en Cuba
Los exiliados cubanos denuncian una presunta violación de los derechos humanos y restricción de libertad de reunión y de expresión por parte del Gobierno Cubano, como razón para mantener las sanciones contra la isla. Este es otro tema espinoso que los negociadores tendrán que solventar.
Eliminación las restricciones cubanas a los productos estadounidenses
La eliminación de las barreras comerciales y de viaje debe ser recíproca; por lo tanto, también se requiere la disolución de las restricciones impuestas por Cuba.
Como conclusión: todavía queda mucho trabajo por hacer, como desmantelar el embargo, que requiere la aprobación del Congreso de Estados Unidos. El partido Republicano se opone, por lo que el proceso podría alargarse. Sin embargo, el poderoso lobby de la agricultura, una oposición cada vez más moderada por parte de los exiliados cubanos junto con un posible apoyo bipartidista para impulsar proyectos de ley pertinentes también podrían ser factores aceleradores de dicho proceso.
Cuba exige salir de la lista estadounidense de países que “apoyan” el terrorismo. Después de las conversaciones de La Habana en enero de 2015, se celebrará una segunda ronda de conversaciones entre los dos países en Washington centradas en la reapertura de la embajada de Estados Unidos en Cuba, que tiene como punto clave la solicitud de Cuba para salir de la lista de terroristas. EE.UU., hasta el momento, ha rechazado esta petición.
Más adelante, la aceleración de las actividades empresariales y comerciales hará necesario que Cuba mejore significativamente su infraestructura bancaria y de telecomunicaciones.
Michelle Campbell es economista senior en el Equipo de Datos Globales Insight&Anlytics de D&B. Con sede en el Reino Unido, cubre la región latinoamericana para D&B Macro Market /Country Insight Products. Además de su experiencia en el sector de servicios financieros, Campbell ha trabajado como profesora visitante en el Reino Unido y en el Caribe.
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