La UE apuesta por el E-Commerce
La libre circulación de bienes, capitales, servicios y personas es la piedra angular del mercado único de la Unión Europea. Sin embargo, los beneficios de la libre circulación a través de todo el continente aún no se han materializado en el mundo digital.
En 2014 sólo el 15% de los consumidores compraba desde otros estados miembros de la UE de forma online, mientras que el 44% sí lo hace desde su propio país, según una investigación de la Comisión Europea (CE). De hecho, sólo el 17% de las PYMEs en la UE venden online y únicamente el 7% es venta transfronteriza a otros países de la UE. Los principales obstáculos -para la venta online transfronteriza- son el alto coste de transporte, la complicada tributación extranjera y la costosa garantía de devolución.
Unos 315 millones de europeos utilizan Internet a diario, por lo que los beneficios de un mercado único digital (DSM) serían significativos. De hecho, según la CE, un DSM completamente operativo supondría un crecimiento de hasta 415 billones de euros anuales.
También aumentaría el nivel de empleo y fomentaría la inversión. Mejoraría el acceso de los consumidores a contenidos, productos y servicios de otros países de la UE al tiempo que bajarían los precios de entrega. También podrían beneficiarse de un sistema de comercio que fomentara la mejora de los servicios de telecomunicaciones. Las PYMEs podrían aprovechar el comercio electrónico para reducir costes y así crecer más allá de sus fronteras, ya que bajaría el precio de entrega. Estas empresas también podrían mejorar su acceso a la financiación y disfrutar de leyes corporativas simplificadas.
A la luz de todo esto, la CE ha dado a conocer recientemente sus planes para crear un DSM en toda Europa, destacando acciones específicas que espera entregar a finales de 2016. La estrategia de la CE incluye:
- Proporcionar un mejor acceso a los bienes y servicios digitales de cara a los consumidores y empresas en toda Europa.
- Crear las condiciones adecuadas para que las redes y servicios digitales prosperen.
- Maximizar el crecimiento potencial de la economía digital a través de programas tales como “Iniciativa cloud europea”, la estandarización y el fomento de la creación de empleo, entre otros.
Dada la reciente ralentización de la economía europea, Dun&Bradstreet considera el DSM y su potencial impacto en el crecimiento del PIB –en el crecimiento a largo plazo- como una buena noticia. El PIB real de la UE tocó fondo en el segundo semestre de 2013 y el crecimiento económico ha sido lento desde entonces.
Además, el ritmo de recuperación perdió impulso en el transcurso de 2014, a pesar del crecimiento anual del 1,4% -respecto al año anterior- en el primer trimestre de 2015, el PIB real sigue siendo un 1,7% inferior a su nivel de 2008, previo a la crisis. En este contexto, los datos de la CE indican que el impacto, a largo plazo, de las iniciativas de impulso a la reforma digital sobre el crecimiento del PIB, podrían estar por encima de 1%, y el incremento del comercio electrónico transfronterizo podría ser 0,27% de PIB.
Los beneficios de impulsar el comercio electrónico, mejorando el acceso a los contenidos digitales o reduciendo los obstáculos en materia de IVA en la venta transfronteriza, se verían también reflejados en otros sectores, con efectos positivos en entornos económicamente más amplios.
Mientras que los consumidores y las PYMEs europeas probablemente darán la bienvenida a la iniciativa de la UE para fomentar el comercio electrónico a través de Europa, todavía hay muchos detalles que ajustar. Los gobiernos individuales de la UE tendrán que adoptar las nuevas normas antes de que puedan entrar en vigor.
Puede que por ahora no sea momento de descorchar la botella de cava, pero es probablemente el mejor momento para ponerla a enfriar en la nevera.
Daniele Fraietta ha sido economista de D&B durante más de dos años. Actualmente cubre algunos países de Europa occidental, en particular Italia, Grecia, España e Irlanda. Daniele también ha desarrollado, para D&B, el nuevo marco econométrico de los precios de las materias primas y de los tipos de cambio de las previsiones.
Tiene una Master en Economía por la Universidad de Roma Tor Vergata, un Master en Administración de Empresas de la Universidad Politécnica de Milán y otro curso de especialización en Negocios Internacionales de la Universidad de Negocios de Chapman.
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