Apuntes prácticos sobre el Concurso Voluntario de Acreedores
¿Cual es el fin que persigue la declaración de un concurso voluntario?
Si bien no corresponde hablar de un único fin sino de varios fines, sí que podemos afirmar que la declaración de concurso voluntario persigue a priori un fin principal y que el resto de objetivos se encuentran de alguna forma ligados a ese sentido prioritario. De esta forma, el concurso voluntario de acreedores es una institución que pretende la continuidad de la actividad empresarial y la conservación de los puestos de trabajo.
¿Por qué en muchas ocasiones no se consigue la continuidad de la empresa mediante la declaración de un Concurso Voluntario?
Al margen de que existen situaciones que abocan a una empresa al cese de su actividad por extinción de un mercado, modificación de leyes, ausencia de reconversión, etc., una de las causas por la que los concursos pueden no servir a su objeto principal es la demora en la toma de la decisión empresarial de recurrir a este mecanismo. Ciertamente, también la demora de algunos tribunales en tramitar las demandas de solicitud de Concurso Voluntario tampoco ayuda.
¿Cuál es el presupuesto objetivo para declarar un Concurso Voluntario?
Viene expuesto en el artículo 2 de a Ley Concursal (LC) que dice que la declaración de Concurso procederá cuando la empresa se encuentre en situación de insolvencia. Esta insolvencia podrá ser tanto presente como inminente . Estará en estado de insolvencia presente la empresa que no pueda cumplir regularmente sus obligaciones exigibles. La insolvencia inminente se refiere a una presunción de la empresa de que no podrá cumplir con sus obligaciones futuras de forma regular y puntual.
¿ Cuales pueden ser las consecuencias de que una empresa en situación de insolvencia presente o inminente no solicite la declaración de Concurso Voluntario?
De una parte, está expuesta a que sus acreedores insten procedimientos declarativos y ejecutivos contra su patrimonio. De otra, cualquier acreedor que sufra un impago estará legitimado para solicitar el Concurso Necesario del deudor.
Además, tenemos que recordar que la ley prevé una sanción para los administradores que, estando la empresa en causa de disolución, asuman obligaciones sociales, pudiendo incluso responder ellos con su patrimonio personal. Igualmente, si por su falta de diligencia perjudican a cualquier tercero –accionistas, acreedores- éstos le podrán hacer responder con su patrimonio personal por los perjuicios causados. Por último, si cualquier acreedor insta un Concurso Necesario y el mismo es calificado como culpable, podrán ser condenados, tanto el administrador como terceros implicados, a responder de los perjuicios causados y ser inhabilitado para administrar bienes ajenos por un plazo entre dos y quince años.