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Finanzas

Consideraciones previas al valorar una empresa

02 octubre, 2011

Empresa Actual

La situación económica actual va camino de ser un cambio de tiempo que afecta a la estructura económica del país y por tanto al tejido empresarial. Es posible que aparezca una tendencia de fusiones, adquisiciones empresariales, propiciadas no por un ciclo económico expansivo, sino por la la necesidad de ahorrar costes. O a la imposibilidad de muchas empresas endeudadas de hacer frente a sus compromisos a largo plazo. Asumiendo la premisa de este tiempo que viene, vamos a proceder a enumerar una serie de consideraciones -cualitativas-  a la hora de abordar la valoración de una empresa. Estas consideraciones son previas a echar mano de los Balances y Cuentas de Resultados.

Lo primero es recordar lo obvio: El valor de una empresa tiene un origen técnico basado en una metodología concreta. Dicho valor no siempre ha de coincidir con su precio, que es aquel valor que alguien está dispuesto a pagar por ella en un momento determinado.

Lo siguiente es tener en cuenta de forma objetiva las circunstancias de la empresa a valorar. El momento y el estado en que se halle la empresa condicionará su valoración.

Empresa en fase de liquidación

Un conjunto de activos en fase de liquidación carecen de potencialidad para generar en conjunto flujos de cajas futuros. En este caso la valoración vendrá condicionada por el valor de sus activos de forma aislada y tendrán poca consideración los beneficios pasados que pudieran aparecer en la Cuenta de Resultados de ejercicios anteriores.

– Empresa en normal funcionamiento

Esta es la situación más corriente de una empresa. En esta circustancia se conjugan los valores de los activos (representados en el balance) con la potencialidad de generar flujos positivos en un horizonte futuro. Obviamente los flujos futuros estarán sujetos a estimación y se verán condicionados por factores como la situación de los mercados, la propia organización de la empresa, sus medios de producción, políticas comerciales, ect.

Una empresa en funcionamiento puede encontrarse a su vez en distintas situaciones o estados de ciclo: Expansión o crecimiento; Estabilidad o Madurez; y fase de Recesión. El analista podrá identificar en qué estado está la empresa a partir de sus Estados Financieros.

Empresa con Resultados negativos

Cuando se aborda la valoración de una empresa en pérdidas, el proceso de valoración se vuelve más complejo. En estos casos es indispensable la estimación de los costes de las medidas a adoptar para dotar de rentabilidad a la empresa. Este valor será una parte del precio a la que el vendedor renunciará a favor del comprador.

Empresa de reciente implantación

Al igual que ocurre en el campo de la gestión del riesgo de crédito, las empresas de reciente constitución suponen un problema a la hora de ser valoradas. Este tipo de empresas carecen de una historia para poder construir proyecciones futuras. Este hecho penalizará la valoración final. Por ello es importante conocer la motivación del vendedor a ofrecer su empresa.

Una vez analizados y aclarados estos puntos se puede proceder a la parte del análisis puramente metodológico a partir de los estados financieros, la evaluación del equipo directivo, los análisis de costes, ventajas competitivas, etc.

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Comentarios
Javier Sandoval Chaves Publicado el 10 febrero, 2020 01:21 Responder

Muy interesante y resumido. En pocas palabras da una clara idea de los principales aspectos a considerar.

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