La libra se tambalea y la bolsa se hunde ante la salida del Reino Unido de la Unión Europea
Análisis realizado por DUN & BRADSTREET UK
VO: Pound tumbles, stock markets crash as UK votes to leave EU
Los resultados del referéndum sobre el brexit han sorprendido, tras la victoria inesperada de los partidarios de la escisión. De hecho, el resultado ha desencadenado la dimisión del primer ministro británico, David Cameron, una caída de la libra a su nivel más bajo frente al dólar en 30 años, así como el bloqueo de las bolsas de todo el mundo. Aunque todavía es pronto para evaluar el impacto de los resultados del referéndum, las empresas que hacen negocios con el Reino Unido deben prepararse para afrontar un periodo de incertidumbre. A pesar de que es previsible que los mercados se recuperen durante los próximos meses de las pérdidas experimentadas durante estos días, la incertidumbre que rodea a las futuras relaciones del Reino Unido con la UE- su socio comercial más importante- ha llevado a Dun & Bradstreet a rebajar la calificación de riesgo de DB2a –la misma otorgada a Estados Unidos- a DB2c, con perspectivas de deterioro.
El resultado
Aunque las encuestas predecían un resultado muy reñido y se apostaba por una clara victoria de los partidarios por permanecer en la Unión Europea, el brexit ganó por un cómodo margen (51,9 % a 48,1 %). A nivel geográfico, el área de Londres, Irlanda del Norte y Escocia apostaron el REMAIN, por continuar en la Unión Europea, mientras que el apoyo para abandonar la UE era particularmente fuerte en Midlands y el noreste de Inglaterra.
La reacción de los mercados
Los mercados de valores se fortalecieron en los días previos al referéndum -cuando los partidarios de abandonar la UE perdieron su ventaja en las encuestas- y la libra había subido frente al dólar. Sin embargo, el FTSE 100 perdió un 7,4 % inmediatamente después de que se hiciesen públicos los resultados de la votación -el FTSE 250 descendió un 11,7 %– y la libra cayó a su nivel más bajo frente al dólar de los últimos 30 años.
¿Qué ocurrirá ahora?

David Cameron durante su comparecencia de dimisión como PM
A nivel político todavía quedan muchas preguntas por responder. El primer ministro británico, David Cameron, anunció su dimisión inmediatamente después del referéndum, aunque permanecerá en el cargo hasta octubre para dar la oportunidad al Partido Conservador de escoger a su sucesor.
Boris Johnson, partidario del brexit, se postula como favorito. Es más, se desconoce si se convocarán elecciones anticipadas o si el sucesor de Cameron seguirá gobernando hasta el final de la legislatura en 2020. Hasta ahora, el mayor interrogante es cuándo se acogerá el gobierno británico al artículo 50 del Tratado de la Unión Europea y comenzará la cuenta atrás para su salida de la Unión. Una vez activado, el artículo 50 es una vía de sentido único hacia la salida, pues dos años más tarde, la ley de la UE dejaría de tener vigencia en el Reino Unido –a menos que los 28 estados miembros acordasen ampliar el plazo-.
Además de la búsqueda de un nuevo Primer Ministro -y casi con toda seguridad un nuevo ministro de Finanzas, ya que el actual se oponía de manera clara a la salida de la Unión Europea-, el resultado del referéndum suscita preocupaciones en Escocia, sobre la renovación del impulso independentista. Aún así, teniendo en cuenta algunos aspectos, como la adopción del euro en caso de ser admitido en la UE como estado independiente y el bajo precio del petróleo, el camino de Escocia hacia la independencia no parece una tarea fácil. A pesar de lo cual, el gobierno escocés ha anunciado que volverá a considerar esta opción.
En Irlanda del Norte los resultados del referéndum podrían tener consecuencias para el acuerdo de paz entre protestantes (pro-británicos) y católicos separatistas, así como para la economía, fuertemente vinculada a la República de Irlanda –miembro de la UE-. De hecho, el acuerdo de paz firmado entre los dos grupos a finales de 1990 se basa en legislación de la Unión Europea, por lo que cualquier intento de renegociar el status quo podría provocar una fuerte oposición por parte de los católicos.
Las consecuencias para las empresas
A pesar de que los titulares de los medios de comunicación puedan sugerir lo contrario, el referéndum no ha cambiado el marco legal para las exportaciones e importaciones. El Reino Unido seguirá siendo miembro de la UE durante, al menos, dos años después de acogerse al artículo 50, por lo que las compañías importadores y exportadores trabajarán bajo el marco legal vigente durante este periodo.
Sin embargo, el medio y largo plazo es incierto, de ahí la rebaja de la calificación de riesgo de D&B. En la actualidad no está claro cuál sería el acuerdo comercial entre el Reino Unido y la Unión Europea -así como con el resto del mundo-. Es más, todas las alternativas presentadas por los partidarios del brexit tienen sus defectos y, en el peor de los casos, el Reino Unido abandonaría el mercado de la UE con el objetivo de mantener el control sobre su política de inmigración. En cualquier caso, parece poco realista esperar que se establezca un nuevo acuerdo en los dos años –un periodo muy reducido- establecidos por el artículo 50; por lo que se despiertan muchas dudas sobre el acceso al mercado, sobre todo después de 2018.
Desgraciadamente, el resultado del referéndum causará problemas también a corto plazo para la economía británica, lo que limita las oportunidades para hacer negocios en el país. Los mercados han reaccionado de manera exagerada en el período inmediatamente posterior al resultado de la votación y aunque en los próximos días se iniciará un proceso de normalización, es realista prever un escenario de recesión en el segundo semestre de 2016. El sector financiero se verá especialmente afectado, aunque cabe esperar que el Banco de Inglaterra ponga en marcha una serie de medidas de apoyo con el fin de mantener la estabilidad en el sector. Es más, algunos sectores que dependen de la mano de obra extranjera -servicios, hotelero o la agricultura-, o que están fuertemente integrados en las cadenas de suministro de la UE -automoción y otras industrias manufactureras– se enfrentarán a problemas operativos severos. Por otra parte, los exportadores británicos se verán beneficiados por el aumento de la competitividad de los precios en los mercados mundiales gracias a la depreciación de la libra, mientras que los exportadores al Reino Unido se enfrentarán a una menor demanda. Debido a la rapidez con la que está evolucionando la situación, es recomendable monitorizar su desarrollo de cerca en los próximos días y semanas.