Puertas abiertas a los jóvenes con discapacidad intelectual
La mejora de la visión social, el reconocimiento de los derechos y la mejora de los apoyos y servicios para la discapacidad intelectual ha propiciado que la posibilidad de participar del trabajo productivo y la incorporación a una empresa ordinaria haya dejado de ser un sueño para las personas con discapacidad.
Los beneficios del empleo de las personas con discapacidad son innegables. Junto con el aumento en la independencia económica, supone una mejora de las condiciones de salud, autoestima, autonomía, relaciones sociales e integración social. Los beneficios de su empleo alcanzan también a las empresas que los contratan en términos de mejora del clima laboral, mejora en la gestión de la diversidad y compromiso y adhesión de los empleados a la empresa. Finalmente, el empleo de las personas con discapacidad intelectual redunda en beneficio de toda la sociedad, por el descenso en la necesidad de ayudas sociales para estas personas y sus familias y la inclusión de su aportación social.
Esta posibilidad de incorporación al empleo en igualdad de condiciones con el resto de la población está relacionada con dos cuestiones clave: la preparación para el empleo de las personas con discapacidad y, por otro lado, de la capacidad de las empresas de abrirse a participación de estas personas, confiar en sus posibilidades y recursos y ser capaz de flexibilizar su organización para acoger y aprovechar las capacidades de las personas con discapacidad intelectual.
Con respecto a la preparación para el empleo de las personas con discapacidad intelectual, desde la Cátedra de Familia y Discapacidad: Fundación Repsol-Down Madrid de la Universidad P. Comillas, desarrollamos desde 2012 los programas DEMOS para la formación postobligatoria de los jóvenes con discapacidad intelectual, con el apoyo de empresas como INFORMA.
Durante dos años, un grupo de 15 alumnos con discapacidad intelectual se prepara de forma integral para ser un ciudadano adulto y ejercer un puesto de trabajo en un área profesional específica (técnica o educativa). La integración del programa en el campus universitario permite que los jóvenes adquieran también todas las habilidades informales de manejo en un contexto integrado.
Finalmente, las posibilidades de hacer prácticas en contextos laborales reales permiten la contextualización y la transferencia del conocimiento, tan importante para la consolidación del aprendizaje en estos jóvenes. Para ello, a lo largo de los dos años de aprendizaje, los alumnos visitan diferentes empresas en las que contextualizan lo aprendido en clase y ponen en práctica algunas de sus habilidades en distintos contextos, tareas y departamentos. Al finalizar los dos años, los alumnos, con ayuda de un preparador laboral, se incorporan durante dos meses a una empresa en calidad de alumnos en prácticas, y con la ayuda de un preparador laboral, aplican y consolidan lo aprendido en la universidad.
Pero la incorporación de las personas con discapacidad intelectual al empleo no va a depender sólo de la excelencia de su preparación laboral, sino de la apertura y la disponibilidad del mundo empresarial a conocer, valorar y aprovechar ese talento. El objetivo paralelo del programa DEMOS es formar a todos los alumnos de la Universidad P. Comillas en la dignidad, el valor y la generación de oportunidades para las personas con discapacidad, desde el convencimiento de que su presencia en la universidad nos hace aprender a todos.
Formando a los futuros líderes empresariales como compañeros de las personas con discapacidad hacemos más probable su integrante en el futuro. También las visitas a empresas y las prácticas en entorno ordinario tienen esta segunda función de sensibilización del tejido empresarial hacia la generación de oportunidades para las personas con discapacidad. Abrir nuestra empresa a una visita del alumnado hace más probable la aceptación de una pareja de alumnos en prácticas, tener a dos jóvenes con discapacidad trabajando durante dos meses en un departamento despierta la conciencia de su valor y el deseo de barrer los obstáculos a su contratación.
La labor que realizamos desde la universidad y las entidades sociales en favor de la integración social de los jóvenes con discapacidad intelectual no podría llegar a buen puerto sin empresas como INFORMA son un ejemplo de este doble compromiso en la formación de las personas con discapacidad y la sensibilización del tejido empresarial.
Desde el inicio del proyecto se apoya a los estudiantes a través de becas, colabora abriendo sus puertas a las visitas y ofreciendo puestos de prácticas y ya hace años que incorpora en su plantilla a trabajadores con discapacidad intelectual. Pero son muchos los jóvenes que están esperando su oportunidad con lo que necesitamos muchas entidades que estén dispuestas a generar estos procesos de conocimiento y aprendizaje mutuo. ¿Y tú? ¿te animas a colaborar?
Ana Berástegui Pedro-Viejo
Directora de la Cátedra de Familia y Discapacidad: Fundación Repsol-Down Madrid.
Universidad P. Comillas: ICAI-ICADE
No hay comentarios