Escuela financiera: el plazo medio de cobro
El plazo medio de cobro mide el número de días, en promedio, que una empresa tarda en cobrar de sus clientes.
¿Cómo se calcula?
Se calcula tomando el saldo medio de los epígrafes de “clientes por ventas y prestaciones de servicios” y “deudores varios” (deduciendo los anticipados de clientes), dividiéndolo por el importe neto de la cifra de negocios y multiplicándolo por 365 días. Es recomendable añadir el IVA repercutido en el denominador, ya que en el numerador se incluye el impuesto sobre el valor añadido y, de esa forma, evitamos distorsiones.
Cuanto más elevado sea el valor de este ratio, significará que la empresa tiene un mayor volumen de recursos indisponibles, llegando el caso de tener que recurrir a la financiación externa (líneas de crédito).
Esta situación es muy frecuente hoy en día debido a las fuertes necesidades de crédito y a la poca liquidez de los mercados. Esto ha provocado que muchas compañías presenten concurso de acreedores, anteriormente denominado suspensión de pagos. Debido a la actual crisis económica, el departamento de gestión de cobros ha adquirido una gran importancia. Ya no basta con vender sino que hay que acometer una labor de gestión y seguimiento de la cartera de clientes.
Otro de los factores que puede afectar negativamente a este indicador es la política comercial de crédito. En determinadas ocasiones, para incrementar las ventas se ofrece el aplazamiento del pago con el consiguiente coste financiero que ello supone. Asimismo, el aumento de la morosidad en la cartera de clientes puede hacer que se dispare el periodo medio de cobro.
Ejemplo
En el siguiente gráfico se observa cómo, en el ejercicio 2009, el periodo medio de cobro de la compañía Indra, S.A. se ha reducido hasta los 93 días. Esto es debido a que el saldo de la partida de deudores se ha incrementado (+4%) en menor proporción que las ventas (+6,2%). Luego, la sociedad ha realizado una buena gestión de las cuentas por cobrar siendo el plazo medio de cobro inferior en 2 días.