¿Cómo aprovechan las grandes empresas europeas el bajo tipo de interés?
Las grandes firmas europeas están reestructurando su pasivo financiero. Una conclusión que afirma CRIF Rating Agency (CRIF) en su último estudio Gestión Activa del Pasivo: Pros y Contras de un “Trending Topic” para las Empresas, ya que los bajos tipos de interés actuales y la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo (BCE) está haciendo posible esta fórmula que beneficia a las grandes compañías, que están gestionando sus recursos financieros con la recompra de bonos, permutas de deuda y cambios en los términos y condiciones de los bonos. Como se explica, esta gestión del pasivo puede ser positiva para las compañías que generan una caja fuerte y recurrente, además de eficiente- dadas las alternativas limitadas de inversión existentes en el mercado- para los emisores que han ido acumulando caja. Además, desde el punto de vista crediticio, la gestión activa del pasivo resulta también beneficiosa porque puede simplificar la estructura de deuda de un grupo como consecuencia, por ejemplo, de una adquisición.
El procedimiento es simple, ya que las empresas emiten deuda nueva a unos tipos menores para recomprar la deuda existente, la cual tenía tipos de interés más altos. Esta estrategia, que puede resultar positiva a corto plazo ya que reduce el pago por intereses, puede suponer sin embargo un riesgo inflacionario a largo plazo. Obliga a que los emisores amorticen esta deuda sobre la par para convencer a los inversores de que se deshagan de sus posiciones, en un contexto de bajos tipos de interés.
- Para entender esta operación financiera, un ejemplo: Compañía X emite 110€ de deuda para recomprar 100€ de una deuda existente.
Lo que a priori podría parecer incongruente se justifica por el contexto actual, en el que el ahorro de intereses compensa el efecto de la inflación. Sin embargo, esta práctica aumenta el endeudamiento de las empresas y puede tener un impacto negativo en los ratings en el momento de la refinanciación de la deuda.
Otro efecto reseñable del nivel de liquidez del mercado es la fuerza que están demostrando los emisores para renegociar los términos y condiciones de la documentación de los bonos. Habitualmente la revisión suele incluir la relajación de los covenants financieros –obligaciones contractuales utilizadas por los bancos para asegurarse de que los prestatarios operan de un modo prudente que les permita pagar su deuda-, que debilitan la postura de los bonistas, en comparación a la estructura de garantías anterior. Pueden aprovechar la situación presente empresas con exposición a sectores o mercados volátiles pero una vez que los tipos de interés se normalicen, es muy probable que las condiciones de refinanciación, en cuanto a precio y garantía, se hagan más exigentes.
Como conclusión puede afirmarse que es habitual que las empresas más eficientes, en un entorno económico voluble tras un periodo de crisis prolongado –aunque también tras un cambio significativo en el entorno regulatorio o una bajada de rating– repasen sus perfiles de negocio y financieros para adaptarlos a la nueva realidad del mercado, ya sea mediante la venta de activos o líneas de negocio. Por tanto, para equilibrar su estructura de capital, las firmas deben gestionar activamente su pasivo.
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