Leopoldo Abadía: “La innovación es dar vueltas a la cabeza continuamente en cualquier negocio”
Su particular visión de la economía lo ha llevado a convertirse en uno de los rostros más populares y reputados que se han dado a conocer bajo el marco de la crisis. Con seis libros publicados y camino del séptimo: “La economía en 365 preguntas”, que publicará este mismo mes de noviembre; Leopoldo Abadía nos ayuda a trazar el viaje de la recuperación económica en España: dónde estamos y hacia dónde vamos.
¿Está España saliendo de la crisis?
Creo que estamos en muy buen camino. Hemos hecho un esfuerzo tremendo de reducción del déficit. Somos una gran familia que gastaba al año 91.000 millones de euros más de los que ingresaba. Gracias a que la que manda en España es Ángela Merkel, nos han obligado a reducirlo, pero hay que seguir. Todavía debemos reducir en 40.000 millones el déficit y nos dan 3 años más para conseguirlo.
De todos modos, de todas las cifras que hay para medir la economía, yo utilizo una cifra, que es la del desempleo. Estamos en el camino de la austeridad, pero ahora debe venir el crecimiento a través de los bancos, y los bancos no acaban de arreglar sus vergüenzas. La reforma en la que hay que insistir es la reforma bancaria. Es la que hará que el crédito fluya a las empresas y puedan trabajar con normalidad, contratar a una persona, etc.
¿Hasta cuándo durará y cómo será el proceso de recuperación económica?
Si alguien te da una fecha, no te lo creas. Fechas no las puede dar nadie, y quien las de puede ser imprudente. Podemos decir que el proceso será largo, sabiendo que ya llevamos unos cuantos años duros, y ya falta menos. No me sirve que el Ministro de Guindos diga que “hemos salido de la recesión técnica pero no de la crisis”. El señor sin empleo sigue sin empleo en la recesión técnica igual que en la crisis.
Tenemos que poner las cuentas en orden y animar a las empresas a que se puedan mover normalmente. Cuando digo que fluya el crédito hablo de que llegue a pequeñas necesidades, 3.000 euros para que una peluquera pueda comprar un secador. Mil peluqueras con mil secadores pueden contratar a mil empleadas, y tendríamos mil parados menos.
¿Qué consejo le daría al empresario español que debe afrontar este proceso?
Hay que trabajar mucho y muy bien. Parece que la innovación o el I+D son para las grandes empresas, pero son también para pequeños empleados como esa peluquera. Por ejemplo, en una carnicería de aquí en el mercado de Barcelona, vi unos letreros en japonés, la dependienta me vio poner cara rara y me explicó: “aquí hay una colonia japonesa importante, he aprendido a cortar la carne como a ellos les gusta, he aprendido japonés para tomar encargos por teléfono…” y a continuación me dijo: “Oiga, es que en estos momentos, o le das vueltas a esto, o nada…” Ésa es la innovación, dar vueltas a la cabeza continuamente en cualquier tipo de negocio.
Y al margen de eso, los consejos que podría darte la abuela: si ingresas 100 y gastas 200 vas mal, si puedes no endeudarte, mejor… en definitiva, mezclar la prudencia con la audacia, que suena teórico, pero poco más se puede decir.
¿Debemos mirarnos en el espejo de Alemania a la hora de buscar un modelo económico para el crecimiento?
Alemania me cae muy bien, especialmente Merkel, de hecho suelo decir que habría que canonizarla en vida. Gracias a ella se está poniendo orden en nuestro país. Estamos en un camino cuya meta es Europa. Hoy ya pensamos en euros y los presupuestos se hacen mirando a Bruselas. En ese camino estamos avanzando, en esa unión está la supervisión de los grandes bancos europeos, un fondo de garantía único y algo que me encanta y que creo que está por venir y será el próximo paso de Europa, que son los eurobonos.
¿Habrá sectores que se recuperarán antes de la crisis que otros? ¿Cuáles?
No lo sé, en estos momentos las exportaciones están yendo muy bien, porque hay una reducción salarial, pero también porque se hacen las cosas bien. Diría que la exportación, y aunque es difícil adelantar de qué sectores, hay un sector en el que somos muy fuertes que es el turismo. Todo lo que hagamos por mejorarlo es poco.
¿Cree que algunas de las malas decisiones tomadas se habrían evitado si se hubiera accedido a la información necesaria para conocer el comportamiento del mercado (informes comerciales, estudios, análisis…)?
Seguramente sí, aunque muchos de los bancos, que considero los grandes culpables de todo, ya tenían esa información… pero a la vez tenían dinero barato. Pese a esa información empezaron a buscar un tipo de clientes que son los que yo llamo ‘ninjas’: gente sin ingresos, sin trabajo, sin propiedades… El pobre ‘ninja’ es el que no tenía ninguna información, y se han creído que podían pagarlo.
Todo lo que redunde en que los bancos manejen información es importantísimo, pero aún más para las empresas es muy bueno que haya información de proveedores. Las empresas medias, tienen que tener esa información, y que se les enseñe a utilizarla.
El inmobiliario ha sido un sector impulsor de la economía en España… ¿Recuperará ese protagonismo? ¿cuál debe ser su papel ahora?
No creo que vaya a recuperar ese protagonismo por ahora. Hay tantos pisos sin vender y tantísimos pisos en propiedad de los bancos, que no veo claro que este sector empiece otra vez a producir. Podrá moverse si los propietarios se quitan esos pisos de encima como puedan, y creo que les va a costar bastante y tendrán que hacerse unos descuentos brutales. Hasta que de nuevo vuelva el funcionamiento normal del sector inmobiliario, me parece que va a pasar tiempo.
¿Qué cree que aportará el nuevo Mercado Alternativo de Renta Fija español?
La idea es buena, todo lo que sea pensar en caminos alternativos para que el dinero llegue a las empresas es sensacional, aunque al leer al detalle las condiciones de este mercado volví a pensar en la peluquera. Veo que todavía es un procedimiento complejo y que es difícil que estos pequeños empresarios lo entiendan. En cualquier caso en la teoría es una iniciativa buenísima, ya que los bancos no sirven para nada, que se invente otra cosa.
El 19 de noviembre publica su última obra: “La economía en 365 preguntas”… ¿cómo surge este nuevo libro?
Son preguntas que me fui haciendo sobre muchos temas que me iban surgiendo: la economía sumergida, la reducción del déficit, la deuda, la economía familiar, la ética en los negocios, el modelo autonómico de España… y de cada cosa que se me ocurría. Como una especie de entrevista que me iría haciendo a mí mismo. Fui escribiendo y al cabo de horas vi que iba por la pregunta número 392, y tenía la sensación de que alguna estaba repetida. Finalmente las redujimos a 365.
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