José Mª Triper, periodista y escritor: «Las empresas periodísticas han perdido el apellido, ahora son sólo empresas»
José María Triper (Madrid, 1954) es periodista de profesión y poeta porque “le sale de dentro”. Se licenció en Ciencias de la Información en 1972 y desde entonces ha estado estrechamente vinculado con la información económica. Entre otras cosas, ha sido Redactor jefe del diario El Economista y director de Comunicación de CESCE. Es columnista de El Economista, Diario Abierto, El Empresario y Moneda Única. También ejerce labores de asesor editorial de Gestión Press y colaborador en Click Radio y Click TV e IMEX. En su trayectoria profesional ha pasado por puestos de responsabilidad en Información de Alicante, Cinco Días, Moneda Única, El Economista y Segittur, además de firmar como colaborador habitual de Expansión y El País Negocios.
Premio Internacional de Literatura Gustavo Adolfo Bécquer en 2014, su obra incluye siete poemarios: Canciones para un Recuerdo (Editorial El Gran Espectáculo, 1977), La Noche de la Espera (2010), Mientras Muere la Tarde (2011), Aunque sea Solo (2013), Luz de Gas (2016), Premio Sial Pigmalión de Poesía, Paisaje Urbano, estos cinco últimos editados por SIAL, y El Desván del Tiempo (Algaida 2015) por el que recibió el Premio Internacional de Poesía José Zorrilla.
Es también autor de los textos en prosa poética del libro Campos de Castilla, Paisaje Poético Machadiano, en colaboración con el fotógrafo segoviano José María Díez Laplaza “Pototo” y de los libros Pymes sin Fronteras I y Pymes sin Fronteras II, editados por el ICEX, sobre historias de emprendedores españoles de éxito internacional.
Por sus trabajos periodísticos ha obtenido los premios del Club de la Energía (1990), de la Federación de Industrias del Calzado (1990), de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid (1997) y del Club de Exportadores e Inversores Españoles (2003). En diciembre de 2018 ha sido condecorado con la Insignia del Congreso a Periodistas de la Transición, coincidiendo con el XL Aniversario de la Constitución Española.
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Usted es periodista económico y poeta, ¿de qué manera cree que se relacionan una y otra materia?
Tienen relación porque tanto el periodismo como la poesía son dos ramas de la literatura y el resultado de una misma vocación, la de escribir. Somos muchos los periodistas que nos dedicamos a escribir novela, ensayo o poesía. A lo mejor esta pregunta debería hacerse al revés, es decir ¿cómo un poeta tiene que ganarse la vida escribiendo de economía? Pero la poesía, hoy por hoy, no da para vivir. Además el periodismo es también una profesión apasionante y diferente cada día.
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¿Cree que la crisis de 2008 supuso un punto de inflexión en la manera de informar sobre la economía y negocios?
La crisis afectó de manera especial a las empresas periodísticas que vieron muy mermados sus ingresos por publicidad y atípicos y se vieron obligadas a realizar ajustes importantes de plantilla, que afectaron en mayor medida a los profesionales más cualificados que eran los que tenían los salarios más altos. Al mismo tiempo se produjo un boom de la prensa digital que permite una importante reducción de costes especialmente en el papel. Todo ello afectó tanto a los medios económicos como a los de información general y el sector está todavía en un proceso de reconversión.
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¿Cuál cree que es la perspectiva de futuro del periodismo económico en España?
El periodismo económico seguirá teniendo una importancia relevante en España porque la economía es elemento fundamental de la gestión política. El empleo, las pensiones, el crecimiento, el déficit, la deuda o el modelo productivo son los ejes claves de cualquier programa de cualquier partido y de cualquier Gobierno.
En la mayor parte de los medios se ha sustituido a los profesionales más preparados por becarios o jóvenes recién salidos de la universidad, normalmente menos preparados. Lo que ha contribuido al deterioro de la calidad del producto y del prestigio de la profesión.
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¿Qué aspectos mejoraría del periodismo económico en España?
Como ocurre en el conjunto del periodismo, habría que cambiar fundamentalmente la mentalidad de las empresas. Las empresas periodísticas con la crisis han perdido el apellido y se han quedado sólo en empresas. En la mayor parte de los medios se ha sustituido a los profesionales más preparados, los que tenían los sueldos más altos, por becarios o jóvenes recién salidos de la Universidad, más dóciles, con sueldos mucho más bajos pero poco preparados y ello contribuye al deterioro de la calidad del producto y del prestigio de la profesión.
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¿Qué principios éticos deben regir el periodismo económico?
Como en cualquier medio de comunicación, los principios éticos deben ser ineludiblemente la imparcialidad, la honestidad y el respeto a la verdad.
Los límites a la independencia de los periodistas económicos se imponen desde los propios medios por necesidades económicas y no por motivos políticos.
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¿Cree que se ha tratado correctamente el tema del Brexit en el periodismo económico?
Sí. Se ha informado correctamente, de forma puntual y se han analizado profundamente los orígenes, la situación y las posibles consecuencias.
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¿Qué escenario prevé para las empresas españolas en Inglaterra?
Depende de cuál sea el resultado final de las negociaciones. Si hay un Brexit ‘blando’ las consecuencias serán mínimas. Si al final vamos a un Brexit ‘duro’ las consecuencias pueden ser muy graves tanto para las exportaciones como para el turismo. Recordemos que Reino Unido es el primer emisor de turistas hacia España y el quinto destino de nuestras exportaciones. Además de ser uno de los países con lo que tenemos superávit comercial. También habrá que ver cómo queda la situación de las empresas españolas instaladas en el Reino Unido.
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¿En qué país cree que España debería favorecer la presencia comercial de sus empresas?
Sería muy interesante ampliar nuestra presencia en los mercados africanos, muchos de ellos están empezando a emerger, especialmente en el área subsahariana y las Islas Canarias pueden ser una plataforma excelente de lanzamiento para las empresas españolas. Hay que profundizar más en los mercados de Oriente Medio y mantener el esfuerzo en Europa.
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¿Cree que en España gozamos de un periodismo económico independiente e imparcial?
Sí, con reparos. En la prensa económica los límites a la independencia de los profesionales vienen más impuestas desde las propias empresas por necesidades económicas y no por motivos políticos.
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¿Cuál es el libro que recomendaría con los ojos cerrados?
Cualquiera de los míos, que hay que vender. Ahora, más en serio, en el terreno económico recomendaría El Declive de los Dioses, de mi compañero Mariano Guindal. Un magnífico y documentado relata de la historia económica de la Transición. En literatura cualquiera de Gustavo Adolfo Bécquer o Antonio Machado en poesía. En narrativa me impactó mucho La Historia de San Michel de Axel Munthe.
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