Los Recursos Líquidos Netos de las empresas
Ya vimos en el pasado post como calculando las NOF (Necesidades Operativas de Fondos) óptimas de una compañía y comparándolas con la realidad, se pone de manifiesto el mayor o menor grado de cumplimiento de los objetivos financieros de la misma. Y como un correcto cálculo de éste parámetro permite medir la gestión de los responsables operativos y el grado de eficacia en la utilización de los recursos financieros disponibles en la empresa.
No obstante, desde el punto de vista financiero, lo que realmente interesa es conocer el destino de esos recursos financieros (limitados y con coste). Y fundamentalmente identificar los recursos aplicados innecesariamente (exceso de existencias, retrasos o demoras en el cobro de ventas y/o pagos a los proveedores antes del plazo promedio establecido). Para lo cual resulta imprescindible la coordinación entre los responsables de las distintas direcciones operativas y la dirección económico-financiera de la empresa. Es decir no debemos ver el cálculo de las NOF como un mero parámetro de medición de la gestión financiera pues lo realmente determinante es la gestión operativa y sus consecuencias financieras.
Después de los dos anteriores post, resulta conveniente enfrentar las dos magnitudes financieras analizadas. El fondo de maniobra (FM) y las NOF y extraer conclusiones precisas para la gestión de las empresas.
El equilibrio financiero es la capacidad de una empresa de dar respuesta con la liquidez de los activos a la exigibilidad de las deudas. Para conocer este equilibrio a corto plazo se calcula el fondo de maniobra. El fondo de maniobra muestra el volumen de recursos a largo plazo que excede del inmovilizado neto. Es decir, el volumen de fondos permanentes disponibles para financiar operaciones. Las NOF muestran el volumen de fondos que, dado el funcionamiento operativo de la empresa, resultan necesarios para sostener dichas operaciones. Es decir, los recursos necesarios para mantener su ciclo productivo.
Diferencias NOF y FM
La diferencia entre las NOF y el FM muestra los recursos líquidos netos de las compañías. Es decir, los excedentes de tesorería o las necesidades de nuevos recursos operativos que se obtienen normalmente de las diversas fuentes de recursos negociados a corto plazo.
Como ya comenté en mi anterior post, la propia comparación entre las NOF y el FM suele dilucidar bastante bien si existen defectos de planteamiento y/o defectos de funcionamiento en la empresa. En palabras de Churchill “no tiene sentido decir que lo hacemos lo mejor que podamos. Tienes que lograr hacer lo que es necesario”. Si una empresa tiene problemas es esencial conocer si es debido a un error de planteamiento o porque funciona mal, o bien por ambas cosas a la vez. Así, un análisis comparativo entre el FM y las NOF nos arrojará la siguiente información:
Si el FM es superior a las NOF
No es necesario negociar un nuevo pasivo exigible, puesto que en el desarrollo normal del ciclo operativo se producen excedentes de tesorería. Una parte del activo circulante está financiada con pasivos circulantes operativos. Otra parte del activo circulante – las NOF – está financiada por recursos de carácter permanente, el exceso del FM que sobrepasa las NOF genera un excedente de tesorería. Y finalmente, todo el activo fijo o inmovilizado está financiado con recursos de carácter permanente.
Por lo tanto, el exceso de fondos a largo plazo que financia las operaciones es suficiente para cubrirlas y el sobrante es un excedente de tesorería.
Si el FM es inferior a las NOF
La empresa debe recurrir a la financiación ajena (puesto que se han generado necesidades de recursos negociados para poder cubrir la diferencia). Una parte del activo circulante está financiada con pasivos circulantes operativos, y la otra, que constituye las NOF, se financia con pasivos circulantes negociados y capitales permanentes. Finalmente, todo el activo fijo o inmovilizado está financiado con recursos financieros de carácter permanente.
En consecuencia, las NOF se deben financiar con el FM y el crédito. Cuanto mayor sea el FM menos crédito se necesita para financiar las NOF.
En resumen, si una empresa tiene problemas en su gestión financiera y de liquidez, para conocer si se deben a una mala dimensión del fondo de maniobra o a una equivocada determinación de las NOF es necesario analizar la eficacia y eficiencia operativa de la empresa:
- 1.- Si en el análisis se concluye que su fondo de maniobra es demasiado escaso, se requieren más recursos permanentes. Para financiar tanto las inversiones en activos fijos o inmovilizados como las necesarias para operar la empresa.
- 2.- Si se concluye que hay un exceso de NOF, sabremos que la empresa no está lo suficientemente bien gestionada. Y habría que pedir explicaciones a los responsables de las direcciones operativas.
Desde un punto de vista estrictamente financiero, el análisis del circulante de una empresa (activo circulante y pasivo circulante) es igual de importante que la planificación y gestión del activo fijo o inmovilizado. Tanto el circulante como el inmovilizado de una empresa son consumidores de recursos financieros. Y por ello, ambas magnitudes, deben tener un adecuado control y seguimiento. No obstante, y a pesar de ello, es común comprobar que las empresas establecen procedimientos y controles en la realización de inversiones en activos fijos. Y sin embargo, a las inversiones del circulante normalmente no les conceden tanta relevancia. Por lo que se establecen menos controles. Claramente es un error hacer esta discriminación. En ambos casos se aplican y utilizan recursos financieros. Y en consecuencia, se debe establecer el adecuado control mediante indicadores de eficiencia económica y financiera.