Innovación Financiera 2.0: El Crowdfunding
El comienzo de la era de las redes sociales, allá por el año 2004, ha permitido el nacimiento de nuevas formas de comunicación, de publicidad, de marketing e incluso de hacer política. El mundo financiero no podría ser menos y también está teniendo su revolución dentro del mundo de las Redes Sociales: El Crowdfunding.
El crowdfunding es una forma de financiación colectiva que se basa en pequeñas aportaciones por parte de un gran número de financiadores. Hasta ahora el objetivo ha sido generalmente la puesta en marcha de un proyecto comunitario, altruísta, solidario o cultural. Su filosofía está muy ligada por ese estíritu de asociacionismo liberal tan característico de los anglosajones.
Antes de la llegada de Internet y más concretamente de las redes sociales era muy complicado el poder encontrar fondos para la edición de un libro por parte de un autor solamente conocido por un grupo reducido de seguidores. Hoy, son estos lectores los que pueden financiar la edición a base de pequeñas aportaciones individuales. Una vez más, Internet da muerte a los intermediarios.
Alguien expone su proyecto, lo publicita y lo presupuesta. En un plazo fijo, pero limitado, recibe aportaciones de los usuarios que les gusta el proyecto y se involucran en él. Las aportaciones sólo se hacen efectivas si al acabar el plazo completa la financiación. Los usuarios a cambio, pueden recibir recompensas: obsequios, descuentos, experiencias… Cuanto más atrayentes y exclusivas sean estas, más mecenas atraerá el proyecto.
Inspirados en el modelo que ha triunfado en Estados Unidos, en España han comenzado a surgir plataformas de crowdfunding como www.seedquick.com y www.lanzanos.com que pretenden ser el punto de unión entre usuarios y promotores de proyectos.
El crowdfunding en proyectos empresariales
Internet se mueve a velocidad de vértigo y el crowdfunding ha llegado también al mundo empresarial: La sequía crediciticia para Pymes ha facilitado que el modelo se exporte al mundo de los emprendedores y la innovación. Pero aquí ya no hablamos de altruísmo: debe haber una rentabilidad para el inversor.
La mencionada Seedquick es una plataforma de crowdfunding orientada a emprendedores: cuando un emprendedor sube su plan de negocio en esta plataforma el proyecto ha de pasar por una fase donde los usuarios -la comunidad- influyen sobre el emprendedor aportando sus ideas para mejorar. Tras esta fase la startup ya está preparada para comenzar a captar el apoyo de las personas interesadas en participar en el proyecto como inversores, lo que también se realiza desde la plataforma.
El desarrollo efectivo del crowdfunding como via de financiación empresarial está aún en una etapa preshistórica, aunque su futuro promete ser brillante ya que las ventajas son infinitas. Este sistema acabaría con la asimetría que se produce en ocasiones entre las entidades financieras y los pequeños prestatarios. El sistema puede reducir también los costes de financiación significativamente y mantener un equilibro sensato entre riesgo y rentabilidad para el inversor. Y lo que resulta la verdadera novedad: el pequeño inversor puede elegir y participar en el proyecto que invierte.
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