¿Qué hace falta para que la pyme vuelva a crear empleo masivamente?
Desengáñense, no voy a darles una receta mágica, si no la tienen el gobierno ni los gerifaltes de la UE y el FMI, mucho menos la voy a tener yo. Pero al menos si me voy a permitir un análisis tratando de ampliar miras y abrir puntos de vista diferentes a los que generalmente encuentro en los medios y en los discursos políticos de casi cualquier color,
Primero voy a abordar tres realidades incómodas que es necesario asumir para poder abordar adecuadamente la problemática del empleo en nuestro país.
1.- Vuelta a la realidad: ningún sector de actividad va a ser capaz de reemplazar el tirón de la burbuja inmobiliaria y sus efectos en el consumo y el empleo. La economía española está volviendo a su dimensión normal, con un mercado de trabajo que da para unos 17 millones de personas, no más de 19 como llegó a tener en 2008.
2.- La tecnología reduce empleo: vale, la digitalización del tejido productivo incrementa la productividad. Pero si no crece el consumo en paralelo, si no se llega a nuevos mercados, lo que provoca es que hagan falta menos trabajadores por lo que se reduce el empleo en términos netos, por mucho que en los sectores tecnológicos crezca. Es un fenómeno que va a ir a más y al que debemos contemplar en positivo, al fin y al cabo estamos avanzando en ese viejo sueño de la humanidad que es que las máquinas sustituyan el trabajo de los hombres.
3.- Sólo se podría conseguir con empleo barato: en un mundo globalizado y tan competitivo como el actual, es la única manera de que en España se volviera a más de 19 millones de trabajadores ocupados. Alemania encontró su fórmula con los minijobs, aquí se viene experimentando con la contratación a tiempo parcial pero sigue sin tocarse un aspecto clave: los convenios colectivos. Mientras las grandes empresas vienen ajustando salarios en los convenios de empresa, las pymes y los autónomos siguen teniendo que aplicar convenios colectivos con niveles salariales precrisis.
Desde mi punto de vista la crisis del empleo en España es estructural y sistémica y exige un gran cambio en la manera de hacer muchas cosas en este país. Medidas como las recientemente aprobadas tarifa plana de cien euros para la contratación de trabajadores indefinidos, la simplificación de los tipos de contratos o incluso la Ley de Emprendedores, son positivas pero insuficientes dada la envergadura del problema.
Desde mi punto de vista es necesario avanzar en reformas estructurales que en muchos casos sólo se pueden hacer desde el consenso político y social, como por ejemplo estas tres líneas de actuación:
1.- Devaluación salarial mediante un pacto nacional por la pyme y el reparto de empleo: mientras que en la Administración se han bajado los sueldos por decreto y en muchas grandes empresas se han hecho ajustado los convenios de empresa, la devaluación salarial en la pyme ha sido más desordenada, afectando sobre todo a las empresas en pérdidas que han podido despedir trabajadores para contratar otros más baratos. Aunque muchas otras simplemente se han limitado a despedir.
Las pymes que quieren contratar están obligadas a cumplir niveles salariales de convenios precrisis, lastrando su competitividad. Una medida tan delicada como esta sólo se podría hacer en el marco de un pacto nacional con los sindicatos y la patronal y preferentemente, sólo para casos de pérdidas continuadas o de creación neta de empleo.
Sin duda sería una medida polémica, pero cuando el trabajo se convierte en un bien escaso, una economía más solidaria es aquella que consigue repartirlo para que a nadie le falte, aunque todos tengamos que trabajar y ganar menos. Por supuesto que no es el objetivo, no deja de ser un mal menor pero en cualquier caso preferible a una situación como la actual.
2.- Un ecosistema generador de pymes globales: hace quince años que vengo escuchando hablar de la necesidad de impulsar la innovación e internacionalización de la pyme española. Se han dedicado bastantes recursos públicos a ello pero en su conjunto, el resultado cabe calificarlo de “mediano”. Desde luego lejos de la excelencia. Pero hay una buena base para avanzar decisivamente en la consolidación de un ecosistema emprendedor que impulse definitivamente la transformación de la pyme española en global.
3.- Pacto nacional por la educación: España necesita transformar cuanto antes su sistema educativo para adaptarlo al tiempo que vivimos, apostando mucho más por el desarrollo de habilidades que por la asimilación de conocimientos, más propia del S.XX. Y entre otras medidas es necesaria una gran vuelta de tuerca a la formación en habilidades digitales y en idiomas.
En definitiva, la situación actual y futura del mercado de trabajo exige enfoques innovadores y que el país adopte un proyecto a largo plazo desde el consenso político y social, asumiendo sacrificios a corto plazo en aras de un futuro mejor.
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