Cheapflación o cómo disminuir la calidad
La cheapflación, al igual como le pasa a la reduflación, se contextualiza en épocas de crisis económica y como respuesta a ella
Qué es la cheapflación
La cheapflación surgió a finales del siglo XX para definir una práctica de los fabricantes para sobrevivir a etapas de crisis económica: vender productos de menor calidad al mismo precio. En concreto, se sustituyen los materiales o los ingredientes del producto por otros similares de menor coste, por lo que la calidad es menor; aunque el precio se mantiene sin modificaciones.
Esta práctica engañosa para el consumidor tiene una explicación: las empresas o marcas pretenden, en un contexto de crisis, mantenerse en el mercado sin que su margen de beneficio disminuya, incluso crezca, para sobrevivir a una intensa inflación. Pero si hacemos la lectura de los consumidores, la situación es clara: reciben un producto de menor calidad por el mismo precio.
Y en la era de la digitalización y de las redes sociales, esta situación conlleva un peligro para la marca. Tener clientes que se sienten estafados o decepcionados con el producto puede generar una crisis reputacional que acabe disminuyendo sus ventas.
Los costes en una crisis
En la gestión de las organizaciones existe una máxima muy conocida: una empresa eficiente sobrevive, que no una eficaz. En resumen, la idea es que hay que ajustar al máximo la producción y la comercialización para mantener el beneficio. Pero en medio de una crisis, el control de costes es realmente complicado.
Y, además, la globalización conlleva la complicación de los muchos vasos comunicantes que hay entre sectores, países e intereses geopolíticos. Un ejemplo de ello lo hemos vivido con la guerra en Ucrania:
- Una carestía de materias primas (cereales) que implica encontrar productos sustitutivos de menor calidad (sucedáneos).
- El aumento del precio del carburante dispara los costes en la distribución global.
- La situación de inflación creada conlleva una devaluación de los salarios, con la caída del poder adquisitivo de los ciudadanos.
La legalidad de la cheapflación en el sector alimentario
Según la Unión Europea, la cheapflación sí es legal siempre y cuando se informe al consumidor con un etiquetado preciso y de fácil comprensión, tal y como prevé el Reglamento 1169/2011.
Según la normativa, en el caso de alimentos en los que un componente o ingrediente que los consumidores esperan que haya sido habitualmente utilizado, se ha sustituido por otro componente o ingrediente, “el etiquetado deberá contener -además de la lista de ingredientes- una indicación clara del componente o ingrediente que ha sido utilizado en esa sustitución parcial o total”.
“Dicha indicación deberá mostrarse muy cerca de la denominación del producto, y utilizando un tamaño con una altura de la referencia correspondiente al menos al 75% de la altura de la referencia de la denominación del producto y no inferior al tamaño mínimo requerido en el artículo 13, apartado 2, del presente Reglamento”.
Por todo ello, muchos consideran que la cheapflación conlleva la vuelta a los sucedáneos. Según la normativa española, son productos que, sin fines engañosos o fraudulentos, y con expresa declaración de la finalidad perseguida, sustituyen parcial o totalmente un alimento. Además, estos alimentos están regulados y se comercializan desde hace décadas.
Si utilizas la cheapflación, cuéntalo
En mayor o menor medida todo consumidor es consciente de la situación económica en contextos de crisis similares al que estamos describiendo. Por ello, nos puede evitar muchos problemas ser honestos con el cliente, informando abiertamente del cambio en las cantidades o en la composición de los productos de la marca.
En la actualidad, el público valora muy positivamente la transparencia y la sinceridad en las empresas. Ser una empresa sostenible que cumple con los criterios ESG (Medioambientales, Sociales y de Gobernanza) refuerza la imagen de las compañías. Este hecho que puede ser una oportunidad para la organización en el mercado, al margen de una obligación ética y en ocasiones legal.
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