Escuela financiera: EVA (Economic Value Added)
El EVA (Economic Value Added), cuyas siglas en ingles significan valor económico agregado, mide el valor generado para los accionistas una vez descontado el costo del capital al rendimiento obtenido. Si el beneficio obtenido es inferior a su costo de capital entonces el retorno de la inversión no cumple con la tasa de retorno que los socios pueden obtener invirtiendo en otros negocios de riesgo similar.
La compañía General Motors Corporation, fue de las primeras empresas en utilizar este concepto, aunque se hizo más popular desde principios de los años 90, debido a que la consultora Stern Stewart & Co patentó esta metodología.
Se trata pues de una herramienta de gerencia muy utilizada por las empresas de hoy en día para remunerar a los responsables sobre la base de la creación de valor en su desempeño. De esta forma, los accionistas se aseguran que la toma de decisiones esté encaminada a la consecución de unos objetivos cuyo fin es la creación de valor.
El EVA se calcula a partir de los ingresos operacionales netos ajustado después de impuestos más conocido como NOPAT (Net Operating Profit After Tax) menos el total de activos multiplicado por su costo de capital (WACC). Siendo la fórmula como sigue:
Ventas netas
– Gastos de producción
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Margen Operativo (EBIT)
– Impuestos
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Utilidad neta después de impuestos (NOPAT)
– (costo de capital invertido x WACC)
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Valor económico agregado (EVA)
Cuáles son sus ventajas
Son muchas las ventajas que presenta el EVA frente a las limitaciones de otros indicadores:
– El EVA puede calcularse para cualquier tipo de empresa, independientemente de su tamaño.
– Es fácil de implementar y de comprender por parte de sus usuarios.
– Se puede calcular también por unidad de negocio o centro de responsabilidad. Determinándose así que activos o unidades aportan más valor y cuales destruyen valor.
– Esto a su vez ayuda a establecer objetivos de manera individualizada y a evaluar las decisiones adoptadas por un directivo y su efecto en el EVA.
– Sirve para distribuir de forma eficiente los recursos de los que dispone una compañía entre las diferentes líneas de negocios o productos. Al obtener el EVA generado por cada una de ellas, podemos optar por lo más favorable. Luego, el EVA también puede usarse para evaluar inversiones.
– Las empresas que han implementado el EVA como herramienta de gestión pactan los criterios contables a utilizar en su cálculo, por tanto reduce las manipulaciones contables.
– No desincentiva la inversión en activos que puedan perjudicar la rentabilidad a largo plazo, como pueden ser las inversiones en investigación y desarrollo.
– Tiene en cuenta todos los recursos que se están utilizando (incluidos los aportados por los accionistas) y el costo de los mismos.
Asimismo, existen una serie limitaciones al EVA
– El valor contable de los activos puede diferir del valor razonable de estos y de esta forma desvirtuar el cálculo del EVA.
– Para no falsear el cálculo del EVA se recomienda ajustar los ingresos y los gastos en base a las transacciones realizadas durante un determinado periodo. De esta forma evitaremos las prácticas de contabilidad creativa que pueden distorsionar los rendimientos generados.
– El EVA puede mejorar como consecuencia de un descenso de los tipos de interés, sin tener en cuenta la estrategia llevada a cabo por los responsables para la creación de valor.
En definitiva, el EVA no tiene como único fin la creación de valor para el accionista. Sino que se trata de una herramienta para mejorar la gestión, motivar al personal en la consecución de unos objetivos comunes, ayudar en la toma de decisiones y evaluar a los directivos.
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