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Lean Startup: de proyecto a empresa

13 abril, 2022

Crear una empresa no es un cometido sencillo. Desarrollar y lanzar al mercado una idea de negocio conlleva tiempo y esfuerzo a diferentes niveles. Por ello, con el objetivo de optimizar todos los recursos que se necesitan, nace el concepto de Lean Startup en el mundo emprendedor.

¿De qué se trata?

Las necesidades del cliente, es decir, lo que el mercado demanda, pasa a ser el centro de atención en el método Lean Startup.

Esta metodología de trabajo, cuya finalidad es convertir un proyecto en una empresa, se basa en la retroalimentación que se recibe por parte del consumidor. Gracias a este feedbcak, se modifica el producto hasta que se consigue desarrollar la versión final del mismo. Y, por lo tanto, sirve para que los emprendedores puedan conocer a priori si su idea tiene cabida, o no, en el mercado.

Para ello, se emplea el denominado aprendizaje validado y el ajuste continuo, en los que se verifican paso a paso cada hipótesis que se realiza antes de obtener el producto o la startup definitiva.

Entendemos como startup aquellas empresas emergentes, jóvenes, con una filosofía de negocio dinámica y escalable, que no cuentan con muchos recursos pero sí tienen un gran potencial en sus resultados y crecimiento.

Así pues, el planteamiento de este método consiste en definir los ciclos de desarrollo y medir el progreso. Mediante un periodo de tiempo concreto, se lanzan diferentes propuestas y se espera la respuesta del cliente al respecto. Tras estudiar sus comentarios, se mejora la siguiente versión y se repite el proceso, hasta conseguir el producto final.

¿Cómo se aplica?

En el Lean Startup se diferencian las siguientes tres técnicas.

Desarrollo de clientes (Customer development)

El foco de atención está en el cliente: sus gustos, opiniones, preferencias, necesidades. Todas sus consideraciones son necesarias para poder gestionar el proyecto de la manera más eficaz posible.

Modelo de negocio lean (Canvas)

Con este sistema, el trabajo se divide en tres cuadrículas: lo que hay que hacer, lo que se está haciendo y lo que se ha hecho. De este modo, se diseña un modelo de negocio dinámico y visual ya que se añaden o eliminan ideas continuamente y su análisis facilita el trabajo.

Técnicas ágiles (Scrum)

Se trata de un conjunto de prácticas rápidas para proponer ideas, mejoras e ir configurando un proyecto final. Cualquier ciclo de desarrollo se divide en pequeños proyectos, a su vez fraccionados en distintas etapas: análisis, desarrollo y testing.

Construir, medir y aprender

En primer lugar, se plantea una hipótesis a partir de un problema existente. Después se valida para conocer si al público le resulta útil y lo compraría. Para ello, puede lanzarse un primer producto o servicio con las características mínimas o un prototipo algo más avanzado, como se desee.

El siguiente paso es medir la hipótesis. Se necesita contar con buenas herramientas de medición para observar si se han cumplido los objetivos, y poder más tarde realizar los ajustes o modificaciones pertinentes.

Una vez escuchada e incorporada la opinión de las personas implicadas durante todo el proceso, es hora de mejorar el producto. Aunque también cabe la posibilidad de pivotar, darse cuenta de que no tiene futuro y comenzar de nuevo. A partir de este momento, se vuelven a poner en marcha los pasos anteriores hasta elaborar el producto definitivo.

Ventajas del Lean Startup

Gracias a esta forma de trabajo, en la que el producto se va formando poco a poco, las inversiones que se realizan también son progresivas. Y esto supone varias ventajas:

  1. Las inversiones son más reducidas al inicio del proyecto, pues todavía no se conoce si funcionará o no. Por tanto, se disminuyen los riesgos.
  2. Igualmente se eliminan los procedimientos que no son útiles y los esfuerzos se centran en conseguir valor para el producto.
  3. La idea de proyecto se refleja claramente a través de los datos medidos por el equipo.
  4. Las mejoras en las hipótesis aseguran que la empresa cubra las necesidades de los clientes y, por ende, que queden satisfechos.
  5. Como consecuencia, conocer lo que el público quiere también es un indicador del correcto funcionamiento y posible éxito del producto y de la empresa.

Conclusiones

El método Lean Startup, que fue popularizado por el escritor y emprendedor Eric Ries, supone una revolución en el ámbito empresarial. A pesar de que las actuales startups españolas evolucionan favorablemente, también muchas fracasan. Por ello, aprender con los recursos mínimos y aprovechando el poco tiempo del que se suele disponer es tan necesario. Y estos son dos aspectos fundamentales especialmente en las startups, ya que no disponen de los mismos medios que una gran empresa. Sin embargo, sí conviven en un mercado donde el tiempo y el conocimiento son los mejores aliados.

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