Tecnología del futuro: lo que está por venir
Hoy está más en boga que nunca el conocido Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad de la verbena de 1894, y muchas fantasías que se pronosticaban en Blade Runner (la de 1982) se han quedado más que obsoletas (coches voladores aparte). Hasta el Marty McFly que viajó al futuro se maravillaría con lo que puede verse hoy en día.
En esta vorágine de aparatos electrónicos que nos envuelven estamos normalizando que mañana aparezca una nueva funcionalidad y pasado mañana la demos como obsoleta.
Tanto en el plano personal como en el empresarial conviene estar al día de todos estos acontecimientos que seguro nos van a afectar en mayor o menor medida. Veamos unos cuantos que, más que futuribles, ya están aquí:
VR / AR
La Realidad Aumentada y la Realidad Virtual no han hecho más que empezar. Su bluf de los 90 parecía enterrarlos.
Pero el triunfo de las diferentes versiones de gafas de Sony y Microsoft (posteriores a las efectivas Oculus Rift) para sus consolas o el HTC Vive (la pasada estrella de Samsung) confirma que las inversiones han sido apuestas de futuro.
En cuanto a la Realidad Aumentada, dejando de lado el boom de Pokemon Go, son los ingenieros de Apple con su AR Kit quienes han firmado sus últimas creaciones como navegadores de realidad con resultados realmente espectaculares.
AI (Inteligencia Artificial)
La inteligencia artificial sigue dando tremendos pasos, aunque no siempre esté afectando a la vida diaria de los usuarios. El reconocedor de imágenes de (otra vez) Google utilizando la tecnología de redes neuronales aún nos deja a algunos con la boca abierta.
En este apartado, sin embargo, los chatbots que tan de moda se pusieron a principios de año no han demostrado estar todavía a la altura para simular la conversación con un ser humano. Todavía.
Algo bien diferente es el salto del Machine Learning aplicado a los negocios. La automatización y estudio de los procesos de venta son otro acelerón cuyas posibilidades aún no se conocen por completo.
Coches autónomos
El mito de la conducción autónoma y de todos los beneficios que reportaría ha sido el acicate para que ya no sea sólo Google quien invierta grandes sumas de dinero para la investigación en este campo. Al anuncio de Apple o las demostraciones de Tesla se han añadido numerosas marcas que no quieren quedarse atrás. El Model 3 de Tesla que llegará en unos meses puede ser el Ford T de la era moderna, tanto por su ordenador de a bordo como por la democratización del coche 100% eléctrico.
Mayordomos caseros
Así se han dado a denominar los aparatos tipo altavoz-robot que entran en el espacio central de una casa y nos permiten preguntar el tiempo que hará, qué canción suena en la radio, pedir un libro por internet o la pizza para esta noche. Son los Alexa (Amazon), Google Now, Siri (Apple) o Cortana (Microsoft). Y varios llegan con la controversia de un aparato que escucha todo lo que se diga en casa mientras está conectado a la red de redes. Hasta las televisiones que escuchan (y que ya no son curvas) han tenido su gran agujero de privacidad. Y algún que otro problema más para los early adopters.
Domótica
Este campo (ligeramente relacionado con el punto anterior) siempre se ha mencionado como algo cercano, pero pocas veces hemos podido verlo aplicado. Sin embargo, la aparición de App y las plataformas Homekit (Apple) o Google Home nos dejan un abanico muy práctico y realmente fascinante.
Luces que controlarán ambientes luminosos, cálidos o tenues. Cerraduras, toldos, enchufes, persianas… todo puede controlado desde el Smartphone. Hoy día accesible de manera mucho más fácil que hace unos años y con funciones de control de consumo, un valor añadido a la inversión.
Mención aparte merece Amazon y su Dash Button, que pueden revolucionar el momento de compra. Lejos están ya las menciones a las neveras que avisan de la falta de alimentos y con conexión a Internet.
¿El futuro es ahora?
Si prestamos atención, no es todo esperable en un futuro. Estamos en una era en la que ya puedes ver al momento los selfies que se está haciendo un robot en marte mientras jugamos una partida desde el sofá, en una consola portátil, con un japonés y un australiano. Chateamos en el metro con varios amigos a la vez y nos podemos informar al momento de acontecimientos en todo el globo por distintas fuentes. Podemos mantener conversaciones con extranjeros con un auricular que traduce a mi oído.
Las empresas pueden retrasmitir un evento en tiempo real. Podemos asistir a cursos y seminarios de todo tipo independientemente de su ubicación por vídeo-conferencia. O consultar a nuestro médico mientras nuestro reloj le envía nuestra actividad cardiaca. Tener la información de las empresas que están a mi alrededor, en la calle. Conocer sus balances, sus directivos o qué otras empresas tiene vinculadas.
Si nos fijamos bien, estamos viviendo en el futuro. Y si bien los beneficios personales son claros, los de las empresas solamente podrán alcanzarlos aquellas que vivan con el punto de mira suficientemente adelantado. Es ahí donde radica mucha parte del triunfo de las empresas de hoy.
Emilio Santos
Web Manager de Informa D&B
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