Ética digital: responsabilidad de empresas y ciudadanos
Estamos siendo testigos de cómo está evolucionando la tecnología, transformando por completo nuestras vidas. Inteligencia Artificial, NFTs, computación cuántica, el metaverso… Todos estos avances conllevan múltiples oportunidades y beneficios para la sociedad, pero también algunos peligros e importantes retos que hacen necesario el replanteamiento de una nueva ética digital.
La llegada de Internet ha revolucionado drásticamente el día a día de las personas. De eso no hay ninguna duda. La forma en la que nos comunicamos, nos relacionamos o realizamos pequeñas acciones cotidianas no es la misma que hace 20 años. Incluso siendo Internet ya una realidad más que implantada en nuestras vidas, continúa sorprendiéndonos.
Nuevas formas de consumo, de aprendizaje, de trabajo o nuevas aplicaciones y experiencias son algunos ejemplos de los constantes avances tecnológicos. Unos progresos que, por supuesto, tienen un impacto positivo en la sociedad; aunque también suponen dilemas, riesgos y amenazas, como la cesión de nuestra privacidad, que hay que controlar. Por ello, son fundamentales unas nuevas bases de convivencia en las que se aseguren los derechos de los ciudadanos digitales.
Qué es la ética digital
Hace referencia a aquellas normas y códigos que intentan solucionar los problemas que provoca el uso de Internet. Como los ataques de seguridad, el acoso en redes sociales, los límites de la libertad de expresión y, especialmente, la privacidad de los datos personales.
Mediante la creación de principios, valores, deberes y derechos se persigue guiar el comportamiento de los usuarios en la red hacia una correcta utilización de esta herramienta. Sin embargo, decidir qué está bien o mal supone un debate constante. También en el contexto virtual.
Características
Por esta razón, en el Foro de Davos de 2019 organizado por el World Economic Forum, más de 40 líderes empresariales apoyaron el lanzamiento de la Declaración Digital. En este acuerdo se establecen las pautas imprescindibles por parte de las empresas e instituciones para actuar de forma ética y responsable en la era digital. Algunos de estos principios son:
- Participación. Es muy importante que cualquier persona pueda desarrollar sus competencias digitales y que Internet sea una tecnología accesible para el mayor número de personas posible.
- Sociedad digital dinámica. Como se ha comentado, la tecnología aporta innumerables beneficios a la sociedad y las empresas deben seguir innovando.
- Datos y privacidad. Los datos personales deben gestionarse de forma responsable, segura, transparente y respetando siempre la privacidad de los ciudadanos.
- Se necesita de la cooperación para paliar las amenazas cibernéticas, además de fortalecer la seguridad de las personas en sus experiencias digitales.
- Cooperación y diálogo. Estos dos aspectos son fundamentales para alcanzar el mayor desarrollo del futuro digital.
- Conducta digital. Internet debe ser un lugar seguro, abierto, accesible, responsable y basado en la colaboración de todas las partes implicadas. Debe imponerse una reacción firme ante el acoso virtual y las restricciones de libertad de expresión.
Empresas y ética digital
Alcanzar un futuro digital favorable y eficiente es un trabajo de todas las empresas u organizaciones. Su papel es primordial y, por ello, deben trabajar en sus políticas, fomentando pautas como las que se acaban de mencionar.
No hay que olvidar que, a pesar de que en muchas ocasiones se hable de usuarios, clientes o consumidores, detrás de cada pantalla hay una persona. Por lo que, cuando se hace uso de Internet, se deben asegurar los derechos de cada individuo. Por encima de otros intereses.
La ética digital no es un concepto novedoso. El filósofo James H. Moor publicó, en el año 1985, el artículo “What is computer ethics?”, que lo convirtió en un pionero en este campo. Y sí, hay que tener siempre en cuenta la ética digital.
Las empresas deben hacerse responsables en el uso de las nuevas tecnologías y los fines con los que las aplican. Aunque la ética digital también debe ser un compromiso por parte de los ciudadanos.
Consejos para ser un ciudadano digital responsable
Así pues, según la revista Forbes, estas son algunas claves de comportamiento que cada persona debería aplicar en la red:
- Verificar la información que recibimos antes de compartirla para no colaborar en la difusión de fake news o deepfakes.
- Crear comunidad, estar abierto a la conversación y respetar la diversidad de opiniones.
- Aprovechar y utilizar de forma responsable las herramientas digitales a nuestra disposición.
- Comprender el impacto que tiene en otras personas nuestro comportamiento en redes.
- Tener espíritu crítico e ir más allá de la consulta para poder formar parte del debate político.
- No realizar, ni promover, ni apoyar los comentarios agresivos contra otras personas.
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