Ley Crea y Crece, lo más destacado
La Ley 18/2022, de creación y crecimiento de empresas, conocida como «Ley Crea y Crece», fue aprobada el pasado septiembre en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Este plan canaliza los fondos europeos para paliar las consecuencias de la crisis de la Covid-19.
Creación y crecimiento. Líneas de actuación
La «Ley Crea y Crece» entró en vigor el pasado 19 de octubre, aunque con algunas excepciones como lo relativo al crowdfunding. Cuenta con dos grandes líneas de actuación:
- Impulsar la creación de empresas, facilitando y flexibilizando el proceso de constitución tanto en sus aspectos económicos (cifra de capital) como formales (trámites de constitución).
- Fomentar el aumento del tamaño empresarial, su crecimiento, con medidas transversales, desde la reducción de trabas administrativas hasta nuevas opciones de financiación.
A quién va dirigida y principales objetivos
De hecho, esta reforma legal resulta relevante teniendo en cuenta que apoya al emprendimiento, en un país que muy mayoritariamente tiene un tejido productivo formado por pymes y autónomos.
Uno de los grandes objetivos es la mejora general del marco regulatorio económico, con tres mecanismos claros: simplificar la normativa, eliminar regulaciones innecesarias u obsoletas, y establecer procedimientos más ágiles.
Este texto normativo sitúa las pequeñas y medianas empresas en el centro de la actividad económica del país y vamos a analizar algunos de sus puntos principales:
Capital social necesario
Los 3.000 euros de capital social mínimo ya no son una exigencia. Actualmente se puede crear una sociedad de responsabilidad limitada con tan solo un euro. Esta medida también conlleva una disminución en los costes de constitución de una empresa.
Sin embargo, se regulan una serie de cautelas legales, dirigidas en particular a la protección de los acreedores, para el caso de que no sea atendido el pago de las obligaciones sociales de la entidad. Por ejemplo, la nueva ley establece que un mínimo de un 20% de los beneficios desde la creación se destinarán a la reserva legal. Esta obligación cesará cuando la reserva legal junto con el capital social alcance la cifra de 3.000 euros.
Consecuencia directa de esta medida es la derogación de la sociedad limitada de formación sucesiva (SLFS) o la sociedad limitada nueva empresa (SLNE).
Morosidad
Uno de los grandes problemas a los que debe enfrentarse el tejido empresarial es la morosidad comercial, con graves efectos sobre la liquidez y la rentabilidad. En particular para las pymes, la morosidad implica un coste financiero y de inversión que muchas veces no pueden permitirse.
Por este motivo se extiende la obligación de la factura electrónica, con el objetivo de lograr una mayor trazabilidad y control de pagos. La facturación electrónica también puede reducir costes y digitaliza el día a día de las empresas.
En el caso de grandes empresas, le surge la obligación de indicar el periodo medio de pago a proveedores y otras informaciones relacionadas en la memoria de cuentas anuales.
Otra medida para evitar comportamientos morosos es que las empresas que no cumplan los plazos de pago establecidos por ley no recibirán subvenciones públicas ni podrán ser entidades colaboradoras de gestión. No resultan medidas sancionadoras, pero sí son coercitivas.
Facilitar las tramitaciones
Con el nuevo marco regulatorio se facilita la constitución telemática, mediante la ventanilla única del Centro de Información y Red de Creación de Empresas (CIRCE) y el Documento único Electrónico (DUE), que nos permitirá realizar otros trámites online necesarios para el inicio de la actividad empresarial.
Financiación no bancaria
Por último, se aborda un aspecto fundamental como es el acceso a la financiación alternativa a la bancaria. Este aspecto mejora el uso de instrumentos como el crowdfunding, la inversión colectiva y el capital riesgo.
Esta nueva normativa introduce flexibilidad para las plataformas de micro financiación o crowdfunding, siguiendo el ejemplo de la normativa europea.
Otra de las vías de financiación que entra a regular la «Ley Crea y Crece» es el de las entidades de capital riesgo, ampliando la casuística de empresas que puedan recibir inversiones de las primeras. El motivo de esta regulación es poder facilitar la financiación de empresas de alto componente tecnológico.
Teniendo en cuenta el complicado marco económico general, con una elevada inflación que repercutirá en el consumo, el apoyo a las pequeñas empresas y al emprendimiento es fundamental. Como también lo es que cuenten con los mejores datos para poder tomar las mejores decisiones que les permitan crecer y mejorar sus resultados.
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