Reskilling y upskilling: cómo adaptarse a los nuevos tiempos
Estás cometiendo un error si piensas que actualmente tus competencias digitales son suficientes y no vas a necesitar una readaptación de tu perfil. De hecho, es muy probable que pierdas oportunidades laborales si no actualizas estas habilidades. Por esta razón, hablamos de reskilling y upskilling, dos conceptos necesarios para el crecimiento laboral en un mercado digitalizado y en constante evolución.
Entre 75 y 375 millones de trabajadores, es decir, del 3% al 14% de la fuerza laboral mundial, cambiarán de categoría ocupacional para el año 2030 como consecuencia de la automatización, la inteligencia artificial y la digitalización, según el estudio Jobs lost, jobs gained: workforce transitions in a time of automation, elaborado por McKinsey Global Institute.
Y es que, el avance de la tecnología en los últimos años, especialmente tras la crisis sanitaria, ha crecido de tal forma que existen empleados que creen que no van a estar preparados para los trabajos del futuro. En concreto, 4 de cada 10 trabajadores en todo el mundo aseguran que ahora están más alarmados por la automatización de los puestos de trabajo que antes de la pandemia, tal y como revela el estudio Decoding Global Reskilling and Career Paths, publicado en 2021 por BCG y The Network.
Por ello, si se quiere mantener el empleo con un perfil competente y diferenciador o crecer a nivel profesional, es necesario apostar por un aprendizaje continuo y adaptarse a las diferentes exigencias del mercado.
¿Cómo conseguirlo?
En primer lugar, se puede lograr mediante el reskilling, que hace referencia a la adquisición de nuevas competencias para desarrollar un trabajo diferente. Por otro lado, se puede conseguir a través de un plan de upskilling, que se trata de aprender nuevas habilidades dentro de tu área de actividad.
Las estrategias más utilizadas en ambos son los cursos, cualificaciones, certificaciones, asignación de un mentor o coach, realización de casos prácticos, la formación online o un aprendizaje mixto entre el método tradicional y el eLearning.
Como se puede observar, la diferencia entre los procesos de aprendizaje es el contexto.
Reskilling
Este anglicismo, también denominado reciclaje laboral, se refiere al aprendizaje de nuevas competencias y habilidades para realizar otros trabajos o funciones dentro de la organización.
Surge a partir de la digitalización de las empresas, en las que se requiere de una capacitación tecnológica y unas destrezas muy específicas para manejar los procesos innovadores que se van incorporando y poder desarrollar un trabajo diferente al que se hace en ese momento.
Por tanto, consiste en evolucionar hacia otros ámbitos empresariales, según las tendencias y necesidades del mercado laboral, que solo se pueden cubrir con nuevos perfiles profesionales que todavía están por inventar.
En este caso, se forma de manera interna a los talentos que ya cuentan con soft skills o habilidades blandas, pero no poseen competencias técnicas o hard skills. Así pues, aprenden sobre estas aptitudes “duras” con el objetivo de pivotar de un puesto a otro.
Upskilling
Por su parte, este concepto se centra en ayudar a los empleados a ser más hábiles y relevantes dentro de su puesto actual.
Gracias a esta estrategia, se consigue una mayor solvencia y adaptación a los cambios que puedan surgir en un puesto de trabajo ya que se aprovecha al máximo el potencial del empleado.
La finalidad del upskilling es reforzar las competencias de un perfil para poder aumentar la efectividad de sus tareas y desempeñar más funciones y asumir más responsabilidades.
No es la primera vez que hablamos sobre la necesidad del talento digital, al igual que tampoco estos conceptos son novedosos en el ámbito empresarial. Aunque ahora sí son mucho más importantes.
Ya hemos comentado que nos encontramos en un mercado laboral cambiante y nada asegura que un puesto de trabajo dure para siempre. Por este motivo, el reskilling y upskilling ofrecen una oportunidad para mejorar y reciclar conocimientos. Y con ello, evolucionar dentro o fuera de una empresa, pero ¿qué aportan?
Beneficios
Si se apuesta por el aprendizaje continuo de los trabajadores, como estas dos tendencias, solo se pueden obtener ventajas, como las siguientes:
- Combatir la brecha digital de la compañía, pues la actualización en este campo es permanente.
- Reducir costes y los procesos de selección ya que se evitan los periodos de adaptación de las nuevas contrataciones.
- Aumentar el engagement, atraen y retienen el talento.
- Mejorar la reputación corporativa.
- Favorecer la realización y superación personal de los empleados.
- Incrementar la fidelidad y el compromiso de los trabajadores, pues se sienten más valorados.
¿Cómo se puede implementar en una empresa?
Llegados a este punto, es la única pregunta que queda por resolver. Para ello, existen tres pasos imprescindibles para que una formación tenga éxito:
- Primero es necesario evaluar la situación de la empresa para conocer qué puestos de trabajo y qué tipo de habilidades se necesitan cubrir y cuál es el talento con el que ya se cuenta.
- A continuación, se diseña y se pone en marcha el plan de formación. Este debe ser personalizado, con objetivos concretos y alcanzables y contenidos claros y prácticos.
- Una vez desarrollado, es clave realizar un seguimiento continuo para medir sus resultados.
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