¿Cómo ha afectado la crisis a las empresas españolas?
La crisis ha pasado factura al tejido empresarial español, y en especial a las pymes, tradicional motor de nuestra economía. El panorama entre 2007 y 2014 para las empresas españolas ha sido desolador. A nivel político, social y económico, la crisis ha estado presente siempre como principal tema de conversación. Cuánto nos ha afectado, cómo nos ha afectado, cuánto tiempo va a durar, quiénes han sido los culpables, etc.
Pero la realidad es que no hemos tenido una imagen clara y concreta, con datos fiables, de cuál ha sido la repercusión real para las empresas españolas. Hemos conocido datos del paro, incrementos de deuda, cambios en los impuestos, amigos o familiares que cerraban empresas, protestas sociales, etc. En ese sentido, el descontento de la sociedad ha sido más que palpable. Pero la realidad va mucho más allá.
Ahora, tras un estudio publicado por el IESE, Informa y Back to Basics Management, hemos podido dar con una radiografía detallada del impacto que estos siete años ha generado en las empresas españolas. Este estudio, conocido como el Barómetro B4, analiza los estados financieros de 1,2 millones de empresas españolas entre 2007 y 2014, sin contar las del sector bancario y seguros.
Las pymes españolas pierden competitividad frente a la gran empresa
Las conclusiones de este informe arrojan cifras devastadoras para las pymes, que han visto recular su actividad en detrimento de las empresas grandes. Entre ellas encontramos que:
- La facturación de las grandes empresas se ha mantenido durante la crisis y la de las pymes ha descendido un 32%.
- La plantilla media cayó un 27% en las pymes, mientras que en las grandes empresas aumentó en un 7% de 2007 a 2014.
- El Sector Primario y el asistencial toman el relevo de la Construcción como sectores tractores de la economía española.
- Nueve comunidades autónomas acumulan más del 80% de la población empleada. Se observa una deslocalización de las grandes empresas desde el resto de comunidades hacia Madrid.
De estas conclusiones se desprende que aquellas empresas de mayor tamaño han sabido adaptarse mejor a las situaciones que ha producido la crisis, han tenido mayor capacidad de maniobra y han reaccionado con mayor rapidez a los cambios. Las pymes, en cambio, están perdiendo su capacidad para competir con la gran empresa.
Esto ha propiciado también cambios estructurales en algunas pymes, que se han visto obligadas a adoptar estructuras más grandes para adaptarse a la situación económica.
Contraste en el empleo entre las grandes empresas y las pymes
Por otro lado, el descenso del empleo en las pymes (1,5 millones de personas) ha sido la consecuencia más perjudicial, ya que ha afectado directamente al bienestar de las personas, produciendo un elevadísimo coste social.
Durante la crisis, las pymes han sufrido una caída del 27% en el empleo, mientras que las grandes empresas tan solo han visto reducido un 8%.
A pesar del descenso del empleo en las pymes y de la concentración del 80% de la población empleada en nueve comunidades, el Sector Primario es el único que ha crecido en trabajadores (2%). Esto puede deberse probablemente a que la falta de empleo en las ciudades ha propiciado la vuelta al campo de muchos de ellos.
La facturación de las empresas españolas por comunidades, también dispar
Esta reducción de empleo ha afectado también a la facturación media por empleado, que ha supuesto un descenso del 8% en las pymes pero un incremento del 10% en las empresas grandes. Estas empresas consiguieron mantener sus ventas aprovechándose de la caída de las ventas de las pymes (32%) y absorbiendo un 10% de su negocio.
Si nos centramos en la facturación por comunidades autónomas, destacan dos: Madrid y País Vasco. Estas dos comunidades han registrado caídas en la facturación mucho menores –entre un 3 % y un 8%- que otras comunidades tractoras de la economía como Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía, Galicia, Asturias, Baleares y Cantabria (superiores al 19%).
Si bien es cierto, Madrid y País Vasco concentran un número mayor de grandes empresas respecto al resto de comunidades, lo que explica que su caída en la facturación sea menor. El 72% de las empresas españolas se sitúa en tan solo cuatro comunidades: Cataluña. Madrid, Comunidad Valenciana y País Vasco.
Hacia dónde vamos
Estos datos revelan tendencias que pueden desarrollarse en un futuro, como el auge del sector primario (agricultura y ganadería) y el sector sanitario asistencial, ya que han presentado crecimientos muy fuertes respecto al resto de sectores, principalmente durante los últimos años. Además, el sector turístico sigue una evolución muy similar a la media nacional, mientras que la construcción y el motor cayeron en picado durante los años de la crisis.
Esto nos lleva a pensar que podrían fomentarse otros sectores económicos como, por ejemplo, el turismo asistencial. Se trata de una combinación entre el potencial de un sector como el turístico en España, con el sector sanitario-asistencial. Esto es, residencias de descanso para vacacionales, spas, resorts, balnearios, hoteles con servicios sanitarios, entre otros.
No hay comentarios