Los fondos de inversión sostenibles
Los fondos de inversión verdes o sostenibles son instituciones de inversión colectiva que eligen los activos que conforman su cartera en función de criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo, ESG en sus siglas en inglés. En concreto, quieren contribuir al crecimiento económico unido a un desarrollo más humano donde se establezca un equilibrio entre lo económico, lo ambiental y lo social.
Su alta rentabilidad y la elevada reputación social está llevando a esta inversión a ser predominante en el mercado
Un año después de la aplicación, con carácter general, del Reglamento de Divulgación de Información sobre Finanzas Sostenibles (Sustainable Finance Disclosure Regulation o SFDR), profundizamos en este tipo de carteras de activos.
Inversión responsable
La inversión sostenible y responsable (ISR) es una filosofía inversora que tiene muy en cuenta el largo plazo, además de integrar aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en el proceso de estudio, análisis y selección de valores de una cartera de inversión.
A la hora de conformar la cartera de un fondo de ISR pueden utilizarse:
- Criterios de exclusión para elegir los activos, contrarios a la visión ESG.
- Criterios de inclusión de empresas o gobiernos, proactivos en responsabilidad social, o de temáticas concretas de sostenibilidad global.
Qué son los fondos sostenibles
Los fondos de inversión sostenibles son los que contemplan, además de criterios de índole financiera (rentabilidad, riesgo…), otros criterios extrafinancieros vinculados con las cuestiones ESG. Son estos:
- Ambientales
Relacionados con las cuestiones sobre el entorno, la adaptación y mitigación del cambio climático, recursos naturales, la economía circular, la contaminación, la biodiversidad y los ecosistemas, etc. Toman en consideración el efecto que la actividad empresarial tiene en el medio ambiente, directa o indirectamente.
- Sociales
Hacen referencia a aquellos relacionados con la desigualdad, la inclusión social, los derechos humanos, etc. Engloba el impacto que una determinada empresa tiene en su entorno social y en su comunidad.
- Gobernanza
Son criterios implicados en el gobierno corporativo de las empresas, desde el tipo y composición de los órganos de gobierno hasta códigos de conducta.
En resumen, los fondos de inversión de tipología sostenible se conforman de inversiones que apoyan las cuestiones ESG, pudiendo rechazarse las inversiones que no lo hacen.
Financiando a empresas responsables
Invertir en fondos sostenibles significa que, a cambio de una rentabilidad, se financia a empresas responsables en términos sociales, premiando su comportamiento y contribuyendo a su crecimiento.
En un mercado con productos que ofrecen bajos tipos de interés, la irrupción tecnológica en los negocios y una mayor concienciación social, el sector de la gestión de activos debe adaptarse. Y los fondos de inversión sostenible asumen algunos de estos nuevos retos.
De hecho, a la hora de valorar las carteras y escoger los activos, se maneja mucha más información que en la inversión más tradicional. Con la inversión sostenible y extrafinanciera, entramos a evaluar ciertos elementos intangibles, desde la forma de proceder por parte de la empresa hasta su nivel de cumplimiento normativo o la ética de sus administradores.
Tipos de fondos en la normativa europea
El Reglamento de Divulgación de Información sobre Finanzas Sostenibles estipuló tres categorías de fondos de inversión, según su grado de sostenibilidad. Sobre esta cuestión, analizamos los artículos 6, 8 y 9 del texto regulatorio.
Los fondos de inversión afectados por el artículo 6 no son sostenibles y solamente integran los riesgos ESG.
En el caso del artículo 8, los fondos «promueven características sostenibles» (idea que necesitará una aclaración y concreción por parte de la Comisión Europea). Se les conoce como “productos verde claro”, por ser laxos.
Y, por último, los fondos tipificados en el artículo 9 son los más puros y persiguen objetivos de sostenibilidad concretos y medibles. Se les conoce como “productos verde oscuros”, por ser estrictos.
Este reglamento es sobre divulgación, con el objetivo de establecer el grado de información que deben divulgar las gestoras según el tipo de fondo. A mayor sostenibilidad, más datos hay que reportar. En un principio no buscaba establecer la tipología de fondos, ni etiquetar dichos productos financieros; aunque a efectos prácticos y por voluntad del mercado sí se haya asumido su clasificación en el sector.
En clave internacional, la SFDR regula y sirve para los fondos comercializados en la UE. El problema legal surge cuando muchos de estos productos, que se comercializan en lugares fuera de la UE, deben regirse por diferentes marcos normativos no coincidentes. Por ello, el concepto de fondo sostenible en la UE puede no serlo en otros mercados financieros, y viceversa.
Los inversores demandan cada vez más productos del tipo de los fondos sostenibles por lo que habrá que estar atentos a la evolución de su tipificación y las formas que adoptan en los próximos años.
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