Información empresarial voluntaria: por qué regularla
Los ratios no regulados gozan de gran popularidad puesto que ofrecen una información de la empresa adicional sobre su situación financiera y la gestión realizada, en particular sobre determinados componentes de los estados financieros que son críticos para la sociedad. La relevancia de estos ratios se manifiesta, por ejemplo, por su extendida utilización así en acuerdos financieros (estipulados en muchas ocasiones en función del EBITDA), planes de retribución a los directivos que incorporan medidas sobre la gestión no oficial o en contratos privados de compra-venta de cualquier tipo. En este sentido, la Securities and Exchange Commission (SEC) sostiene que su publicación, normalizada por los reguladores de los mercados, permitiría una valoración de los títulos o de las inversiones de las compañías más precisa.
Más concretamente, para la valoración de empresas uno de los métodos más utilizados -junto con el método de descuento de flujos de caja– es el de los múltiplos de empresas comparables. Entre los múltiplos más utilizados se encuentra el EBITDA (ratio no normalizado ni regulado), En definitiva las medidas no oficiales forman ya parte de facto de la información financiera que se utiliza habitualmente en el ámbito empresarial y pueden ser útiles para complementar a los estados financieros. Algunas de las principales características son:
• Se calculan a partir de información histórica, utilizando datos incluidos en los estados financieros, elaborados y auditados de acuerdo con los principios contables generalmente aceptados. En consecuencia, cambios en las políticas contables que se siguen al elaborar los estados financieros pueden producir variaciones en los ratios financieros no oficiales. Debido a los problemas de responsabilidad legal asociados a la información prospectiva, esta información no regulada no suele presentarse en términos previsionales, en línea con la posición de los reguladores internacionales de no exigir predicciones de resultados en el Informe de gestión -documento que presenta los indicadores de la gestión-, sino únicamente información prospectiva de naturaleza cualitativa.
• Están sujetas a juicios subjetivos y estimaciones. Las empresas deben elaborar medidas representativas de los flujos de caja futuros, por lo que a veces eliminan el efecto en los resultados de partidas no recurrentes. La ventaja de estas medidas es que añaden una caracterización adicional de sucesos que no se encuentra en los estados financieros. Sin embargo, al obedecer a juicios subjetivos, pueden elaborarse de manera sesgada (por ejemplo eliminando los gastos no recurrentes pero no los ingresos).
• Proporcionan información empresarial selectiva en sentido contable. Porque los ratios financieros no oficiales pueden omitir o añadir cantidades respecto a la medida oficial más próxima. Así, una medida no oficial puede ser positiva cuando la medida oficial correspondiente es negativa. Es beneficioso si se establecen comparaciones en la medida no oficial de un periodo a otro, pero perjudicial si se pasan por alto las consecuencias de que la medida oficial de la que procede es negativa.
Algunos de los problemas asociados a las medidas non-GAAP y que explicarían la necesidad de su regulación son:
• Pueden adolecer de comparabilidad. Cada empresa o Base de Datos de información comercial emplea unas medidas diferentes, definidas de formas alternativas y cambiantes de unos periodos a otros, e incluso entre períodos intermedios.
• Pueden confundir a los inversores cuando no se advierte de su naturaleza no oficial y de su falta de estandarización, o cuando no se muestra su composición y conciliación con la medida oficial más próxima.
• En ocasiones se calculan ajustando las medidas oficiales sumando o restando partidas consideradas de carácter no recurrente, cuando realmente esas partidas se producen con relativa periodicidad.
• Las medidas no oficiales pueden figurar como principales respecto a las medidas oficiales, desplazando a éstas a un segundo plano.
• Se presentan sin explicaciones adicionales sobre su relación con la gestión realizada. Los usuarios de la información desconocerían el motivo de estos ajustes realizados así como las causas que justifican su selección.
Los ratios financieros no oficiales resultan de gran utilidad para los usuarios, aunque es preciso mantener cautela en cuanto a la interpretación y las conclusiones que se extraen. En definitiva, su uso permite aprovechar toda la información empresarial, a través de las ventajas que los ratios ofrecen, siempre evitando un uso irregular, tendencioso y/o interesado de los mismos.
Por todo ello es necesaria una normalización en el ámbito europeo que permita la homogeneidad en la elaboración y facilite la comparabilidad en el tiempo de la información de los ratios financieros, así como una regulación que, de forma unívoca, unifique las denominaciones y fórmulas de cálculo. Esta regulación ya se encuentra en estadios más avanzados en Estados Unidos y Cánada por ejemplo.
El objetivo de la información comercial voluntaria es garantizar una mejor y más completa información financiera y de los negocios de las compañías que operan en el ámbito europeo, lo que redundaría en una mayor seguridad en el tráfico mercantil y en la eliminación progresiva de todo lo que perjudica el interés de clientes, proveedores, inversores y accionistas.
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